Condenado a 26 años un guardia Civil que mató a su esposa

El guardia civil José Ramón Navarro González ha sido condenado por la Audiencia Provincial de Logroño a 26 años de prisión por los delitos de parricidio contra su esposa, homicidio frustrado y lesiones. Navarro deberá indemnizar con 13 millones de pesetas a los herederos de la víctima y otros heridos.

José Ramón Navarro González es condenado como autor de un delito de parricidio contra su esposa, Casimira Martín; de homicidio en grado de frustración contra su cuñada Josefa Martín, y otro de lesiones a la hija de ésta. Se señala agravante de abuso de autoridad y atenuante su estado de an...

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El guardia civil José Ramón Navarro González ha sido condenado por la Audiencia Provincial de Logroño a 26 años de prisión por los delitos de parricidio contra su esposa, homicidio frustrado y lesiones. Navarro deberá indemnizar con 13 millones de pesetas a los herederos de la víctima y otros heridos.

José Ramón Navarro González es condenado como autor de un delito de parricidio contra su esposa, Casimira Martín; de homicidio en grado de frustración contra su cuñada Josefa Martín, y otro de lesiones a la hija de ésta. Se señala agravante de abuso de autoridad y atenuante su estado de ansiedad por haber ingerido pastillas y ante la negativa ¿le la víctima a entregarle los hijas, lo que produjo en el condenado una "ofuscación rápida y momentánea que afectó a su conciencia, le desinhibió y le precipitó a obrar". Deberá indemnizar con nueve millones de pesetas a los tres hijos, con otros tres millones a su cuñada Josefa Martín y, con 1,05 millones a la hija de ésta.Los hechos se produjeron a las 17.30 del domingo 14 de septiembre de 1986, cuando el guardia civil José Ramón Navarro González llegó al domicilio de sus suegros en Logroño, y, tras derribar la puerta, irrumpió disparando tres veces a su esposa, Casimira, que falleció instantáneamente con un impacto en el corazón.

Luego, en el cuarto de baño, disparó sobre su cuñada Josefa, la cual fue herida en un ojo; apuntó con la pistola a su sobrina, y salió, para entregarse en la Comandancia de la Guardia CiviI. Estos hechos fueron presenciados por los tres hijos de la pareja, que dos meses antes se había separado e iniciado los trámites legales de divorcio, ya que la víctíma había denunciado malos tratos sufridos también por los hijos.El pasado 12 de julio se desarrolló el juicio y se le imputó al guardia haber amenazado de muerte a su esposa, y pronunciar en la sala la frase "de la cárcel se sale, pero del cementerio, no". La suegra del condenado ratificó la acusación.

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