CC OO resta importancia a las discrepancias entre Solchaga y Chaves

ENVIADO ESPECIALEl secretario de organización de CC OO, Agustín Moreno, restó importancia ayer al fuego cruzado entre el ministro de Economía, Carlos Solchaga, y el de Trabajo, Manuel Chaves, al señalar que la "política económica del Gobierno es una y tiene por encima a Felipe González". Solchaga tiene "salidas personales que reflejan las posiciones de la patronal más dura", reflexionó el dirigente sindical, añadiendo que "hablar de un despido más barato en España es ridículo".

Moreno dijo a EL PAÍS que el plan de empleo juvenil que el Gobierno aspira a discutir por separado de un incre...

ENVIADO ESPECIALEl secretario de organización de CC OO, Agustín Moreno, restó importancia ayer al fuego cruzado entre el ministro de Economía, Carlos Solchaga, y el de Trabajo, Manuel Chaves, al señalar que la "política económica del Gobierno es una y tiene por encima a Felipe González". Solchaga tiene "salidas personales que reflejan las posiciones de la patronal más dura", reflexionó el dirigente sindical, añadiendo que "hablar de un despido más barato en España es ridículo".

Moreno dijo a EL PAÍS que el plan de empleo juvenil que el Gobierno aspira a discutir por separado de un incremento general de la cobertura, se basa en la creación de un sistema de contratación de "a perra el trabajador", con un coste mensual para el empleador de unas "4.000 pesetas".

Las afirmaciones de Chaves de que existiría en 1988 un fondo adicional de 300.000 millones de pesetas para aplicar a fines sociales fue descalificado por Moreno como un giro social del Gobierno, "esto es sólo un fondo de maniobra electoral", señaló.

Comparó la cifra de 300.000 millones con los 200.000 que en 1987 se aplicaron a compensar exigencias sindicales, y dijo que ambas cifras comparadas con los excedentes de 168.000 millones del Instituto Nacional de Empleo (Inem) el año pasado y de un billón de pesetas en la Seguridad Social -aplicados a mejorar el déficit del presupuesto- sugerían la miseria de la cifra que se ofrece como fondo de maniobra. "Por las cartas que el Gobierno ha puesto sobre la mesa al comienzo de la negociación no hay voluntad de realizar un giro social ni de política económica".

Moreno criticó con dureza la escasa cobertura de desempleo, señalando que la cifra debe ser de 1,5 millones de parados con cobertura. "Lo que no es más que exigir al Gobierno su propio compromiso electoral de dar cobertura al 50% de los desempleados del país". Sobre el curso de la negociación entablada con el Gobierno dijo que la pretensión de quitar obligatoriedad al registro de desempleo apuntaba a liquidar la estadística de paro registrado, y que el modelo oficial para el Inem era de privatización, dando a oficinas de colocación privadas una posición en el mercado de trabajo.

El lunes está previsto que continúe la negociación sobre el Inem. En este sentido, CC OO pretende clarificar la política de contratación del propio Inem, que debería tener una plantilla de 10.000 empleados frente a los 6.700 actuales. Esta negociación debería incluir una respuesta del Gobierno a la participación sindical en la gestión del Inem.

El dirigente de CC OO estuvo parco sobre el proceso de unidad sindical. Los estrategas de Comisiones creen que el Gobierno quiere forzar una cuña entre la UGT y CC OO para romper la parcial unidad de acción de ambos sindicatos.

"Solchaga es un ministro de piñón fijo, sólo sabe hablar de los beneficios de las empresas y olvida que la política económica tiene un contenido social", dijo Agustín Moreno ayer en el palacio de la Magdalena. Comisiones regresó a las jornadas de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, después de cuatro años de ausencia, con una dura crítica a la política económica socialista, a la que acusó de ser similar a la desarrollista de la década de 1960, con fuerte dependencia tecnológica y energética y bajas tasas de empleo.

Moreno acusó al Gobierno de favorecer el proceso por el cual el 67% de los recursos de inversión generados en 1987 se destinó a la especulación, mientras se abarata el despido y se desprecia la posibilidad de una reforma fiscal más progresiva.