Erratas

En la información sobre la selectívidad, del viernes 1 de julio, se incluían unas declaraciones del vicerrector de Alumnos de la Complutense, Adolfo Arías, en las que éste justificaba -la sustitución de la que iba a ser la prueba de filosofía por otra, ya que "se habían deslizado unas erratas que oscurecían el sentido del texto que se propuso a los alumnos". Pues bien, la nueva y definitiva prueba de filosofía, que versaba sobre Aristóteles y Kant, también contenía erratas que oscurecían el sentido del texto. Como profesor de esta asignatura acompañé a mis alumnos a la selectividad, y cuando l...

En la información sobre la selectívidad, del viernes 1 de julio, se incluían unas declaraciones del vicerrector de Alumnos de la Complutense, Adolfo Arías, en las que éste justificaba -la sustitución de la que iba a ser la prueba de filosofía por otra, ya que "se habían deslizado unas erratas que oscurecían el sentido del texto que se propuso a los alumnos". Pues bien, la nueva y definitiva prueba de filosofía, que versaba sobre Aristóteles y Kant, también contenía erratas que oscurecían el sentido del texto. Como profesor de esta asignatura acompañé a mis alumnos a la selectividad, y cuando leía la opción B, referida a Kant, comprobé que en la primera línea, afectando por tanto a las afirmaciones básicas de las que el texto era desarrollo, se había añadido un "no" a una frase afirmativa, cambiando, por tanto, su sentido totalrnente.Advertido por mí el tribunal, recorrimos las distintas aulas haciendo pública la corrección, pero ésta llegó en ocasiones con el tiempo de realización del ejercicio muy avanzado. En otras aulas me consta que la corrección no se hizo, en concreto en la de los alumnos de los institutos de bachillerato de Las Rozas y Leganés (Butarque) -los de los institutos sobre los que la Universidad puso reservas a su evaluación-, que han sido segregados de sus compañeros de zona y están incluidos en una suerte de tribunal especial presidido precisamente por Adolfo Arías (y en el que, por cierto, también están los del colegio privado al que lleva Maravall a su hijo).

Pero aún hay más: también en el texto de la opción B de la prue-

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ba de lengua española hay erratas, en este caso de mucha menor importancia: un "se" por un "le". También sé de anomalías en la prueba de matemáticas. No he mirado otras pruebas. Para mí es suficiente. Con estos ejemplos quiero llamar la atención de su periódico, en otras ocasiones más sensible a los intereses de los alumnos, que, sin embargo, no se ha hecho eco de lo que ha sido una actitud generalizada en los profesores de bachillerato: tener en cuenta (como lo han hecho dignamente los profesores de Las Rozas y Leganés) las especiales condiciones del presente curso académico. Francamente, soy totalmente opuesto a la prueba de selectividad, y muchas veces pienso que encargar a la Universidad la realización de ésta es como poner a la zorra a guardar gallinas- Miguel Recio. .