Cerrar la reconversión y sanear la empresa pública
El nombramiento de Luis Carlos Croissier al frente del Ministerio de Industria y Energía, en julio de 1986, suponía su vuelta al departamento tras el período transitorio que supuso la gestión de Joan Majó. Croissier, buen conocedor de la empresa pública y uno de los cuadros tradicionales del aparato económico del PSOE, había ocupado la subsecretaría del departamento con Carlos Solchaga. Desde este puesto, se encargó de la elaboración de la ley de Marcas y Patentes. La salida de Solchaga del departamento supuso su paso a la presidencia del Instituto Nacional de Industria (INI), desde el que sen...
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El nombramiento de Luis Carlos Croissier al frente del Ministerio de Industria y Energía, en julio de 1986, suponía su vuelta al departamento tras el período transitorio que supuso la gestión de Joan Majó. Croissier, buen conocedor de la empresa pública y uno de los cuadros tradicionales del aparato económico del PSOE, había ocupado la subsecretaría del departamento con Carlos Solchaga. Desde este puesto, se encargó de la elaboración de la ley de Marcas y Patentes. La salida de Solchaga del departamento supuso su paso a la presidencia del Instituto Nacional de Industria (INI), desde el que sentó las bases de la actual estrategia de reestructuración y saneamiento de la empresa pública.La rentrée de Croissier en el ministerio supuso la reafirmación de una política continuista respecto a la practicada por Carlos Solchaga, centrada en la fase final del proceso de reconversión de los sectores en crisis de la industria española.
Paralelamente, su equipo ha diseñado un plan de política industrial a medio plazo (1992). La estrategia industrial propuesta por Croissier partía de un minuciso análisis del tejido industrial español y los efectos de su inserción en el mercado único, mucho más competitivo.