RELIGIÓN

100.000 católicos se manifiestan en Checoslovaquia en apoyo al Papa

Más de 100.000 católicos checoslovacos se manifestaron ayer en la ciudad medieval de Levoca, en Eslovaquia oriental, para demostrar la fuerza y vitalidad de una iglesia, que en los últimos tiempos se ha convertido en portavoz de las demandas de mayores libertades. La mayoría de los manifestantes hicieron la procesión a pie llevando crucifijos adornados con flores. Otros llevaban libros de oración y biblias caseras y algunos la bandera amarilla y blanca del Vaticano.Stefan Garaj, párroco local, alabó "el coraje y el valor" de los manifestantes por asistir a esta celebración anual y se lamentó p...

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Más de 100.000 católicos checoslovacos se manifestaron ayer en la ciudad medieval de Levoca, en Eslovaquia oriental, para demostrar la fuerza y vitalidad de una iglesia, que en los últimos tiempos se ha convertido en portavoz de las demandas de mayores libertades. La mayoría de los manifestantes hicieron la procesión a pie llevando crucifijos adornados con flores. Otros llevaban libros de oración y biblias caseras y algunos la bandera amarilla y blanca del Vaticano.Stefan Garaj, párroco local, alabó "el coraje y el valor" de los manifestantes por asistir a esta celebración anual y se lamentó por "no poder honrar aquí al Papa, Juan Pablo II como al más honorable peregrino". Policías uniformados vigilaron el desarrollo de la manifestación aunque, a decir de los participantes, su actitud parecía bastante más relajada que en años anteriores.

Las autoridades checas no permiten la visita al país del pontífice a pesar de las numerosas invitaciones realizadas por el cardenal primado, Frantisek Tomasek. Sólo 200 checoslovacos pudieron asistir a la misa celebrada por el Papa en la vecina Austria durante su viaje a este país la semana pasada, en contraste con los más de cien mil húngaros y yugoslavos que acudieron.

El resurgimiento religioso, sobretodo entre los jóvenes, preocupa a las autoridades comunistas checas, y alrededor de medio millón de personas, según la iglesia, han firmado una petición solicitando mayor libertad religiosa. El mes pasado tres nuevos obispos fueron consagrados, pero ninguno de los 13 obispados del país permanece vacante y las oportunidades para acceder a la educación y literatura religiosa son severamente restringidas.

Los peregrinos empezaron a llegar el sábado y permanecieron despiertos durante la noche cantando himnos, celebrando misas cada dos horas y haciendo cola para confesarse. Los funcionarios locales impusieron una tasa especial para el aparcamiento. Al mismo tiempo, otra misa de peregrinos estaba teniendo lugar en Velehrad, en Moravia oriental.

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