TRIBUNALES

Juzgados dos policías que simularon el fusilamiento de un detenido

El fiscal solicita tres meses de arresto para dos policías municipales de Valencia que simularon el fusilamiento de un joven en un descampado. El juicio por este hecho, ocurrido en enero de 1987, comenzó ayer. Según José María Muñoz, uno de los dos urbanos procesados, José Gerardo Antón, el otro encausado, disparó dos veces de forma intimidatoria contra José Manuel Cañada, al que llevaron esposado a un campo de la huerta.

Durante el trayecto hasta el descampado, según Muñoz, el otro urbano dijo: "A este cabrón lo mato yo aquí", con referencia a Cañada. Asimismo en opinión de Muñoz, José...

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El fiscal solicita tres meses de arresto para dos policías municipales de Valencia que simularon el fusilamiento de un joven en un descampado. El juicio por este hecho, ocurrido en enero de 1987, comenzó ayer. Según José María Muñoz, uno de los dos urbanos procesados, José Gerardo Antón, el otro encausado, disparó dos veces de forma intimidatoria contra José Manuel Cañada, al que llevaron esposado a un campo de la huerta.

Durante el trayecto hasta el descampado, según Muñoz, el otro urbano dijo: "A este cabrón lo mato yo aquí", con referencia a Cañada. Asimismo en opinión de Muñoz, José Gerardo Antón provocó cortes con una navaja y múltiples contusiones al detenido, que estaba atemorizado.Según la versión de Cañada, éste se encontraba tomando unas copas con un amigo en la barra de la sala de fiestas Lady's de Valencia. Hacia las 4 de la madrugada llegaron dos policías municipales y, sin mediar palabra, uno de los agentes, José Gerardo Antón llevó al vestíbulo a Cañada y lo quiso esposar. Cañada, de 32 años, opuso resistencia pero finalmente fue introducido en el automóvil policial Los protagonistas de los hechos dijeron no conocerse antes de aquella noche.

"Yo creía que me llevaban a la comisaría", señaló ayer el detenido. Sin embargo, viajaron por un camino de huerta hasta llegar a un descampado. Allí, Antón profirió amenazas y, ante la negativa del esposado a salir del automóvil, le produjo varios cortes con una navaja. Esta versión del detenido fue ratificada, esencialmente, por el otro policía.

Según José María Sánchez, aquella era su primera noche de patrulla, tras haber aprobado la oposición para entrar en el cuerpo. Sánchez intentó mediar en varias ocasiones ante Antón para que cesara en sus amenazas.

Los dos urbanos provenían a esas horas de un hospital donde había fallecido otro policía municipal. Además, habían "tomado unas bebidas", en palabras de Sánchez. Cuando salieron hacia el descampado iban a tanta velocidad que estuvieron "a punto de colisionar con otro automóvil".

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