Plan para que los europeos que vivan fuera de su país voten en las municipales

Los cinco millones de europeos residentes en Estados comunitarios de los que no son originarios podrán votar en las elecciones municipales del país donde están asentados si prospera el proyecto de directiva al que la Comisión Europea dio su visto bueno el miércoles y que ahora deberá ser sometido al Consejo de Ministros de los doce.

El texto adoptado por el órgano ejecutivo europeo prevé que los ciudadanos comunitarios expatriados en otro país de la CE puedan votar en los comicios locales cuando cumplan un tiempo de residencia equivalente al de un mandato municipal (cuatro años e...

Los cinco millones de europeos residentes en Estados comunitarios de los que no son originarios podrán votar en las elecciones municipales del país donde están asentados si prospera el proyecto de directiva al que la Comisión Europea dio su visto bueno el miércoles y que ahora deberá ser sometido al Consejo de Ministros de los doce.

El texto adoptado por el órgano ejecutivo europeo prevé que los ciudadanos comunitarios expatriados en otro país de la CE puedan votar en los comicios locales cuando cumplan un tiempo de residencia equivalente al de un mandato municipal (cuatro años en España) y puedan ser elegidos concejales cuando el período transcurrido desde su instalación en el Estado anfitrión sea de por lo menos dos mandatos municipales.

Actualmente, sólo Holanda, Irlanda y Dinamarca autorizan el voto de todos los extranjeros al cabo de un tiempo de residencia, y el Reino Unido también lo permite para irlandeses y ciudadanos de la Commowealth. En cuanto a España, la Constitución recoge esa posibilidad, pero señala que sólo podrá ser concedida por reciprocidad con los países que la otorgan a los españoles expatriados.

"Los ciudadanos están autorizados a ir donde les plazca en la Comunidad", señaló el comisario europeo Carlo Ripa di Meana al presentar el proyecto, "pero si lo hacen pierden sus derechos políticos fundamentales". El comisario italiano espera que los doce adopten la directiva en 1990 y que ésta se empiece a aplicar tres años más tarde, coincidiendo con la entrada en vigor del Mercado único.

Ripa di Meana precisó que, si prospera su propuesta, los ciudadanos, como los españoles, que al emigrar no pierden su derecho al voto en los comicios municipales nacionales, deberán elegir a partir de 1993 si desean ejercerlo en su país de origen o en el que se han instalado. También señala que si a partir de esa fecha los emigrantes comunitarios podrán ser concejales no tendrán, sin embargo, la facultad de acceder a cargos como el de alcalde ni votar para elegir a los senadores, como ocurre, por ejemplo, en Francia.