Reportaje:

Una petición de Felipe Gonzalez para informar al Congreso el día 30 dispara los rumores de crisis

La petición de comparecencia del presidente del Gobierno ante el Congreso, el próximo día 30, despertó ayer expectación entre los grupos de la oposición, que relacionan dicha convocatoria con la posibilidad de que Felipe González explique la remodelación ministerial. Esa tesis fue descartada por el presidente del Congreso, Félix Pons, y por el ministro de Relaciones con las Cortes, Virgilio Zapatero, quienes aseguraron que González se limitará a dar cuenta de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad Europea, prevista para el 26 y el 27 de junio en Bruselas.

En esta oca...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La petición de comparecencia del presidente del Gobierno ante el Congreso, el próximo día 30, despertó ayer expectación entre los grupos de la oposición, que relacionan dicha convocatoria con la posibilidad de que Felipe González explique la remodelación ministerial. Esa tesis fue descartada por el presidente del Congreso, Félix Pons, y por el ministro de Relaciones con las Cortes, Virgilio Zapatero, quienes aseguraron que González se limitará a dar cuenta de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad Europea, prevista para el 26 y el 27 de junio en Bruselas.

En esta ocasión, las cuestiones de reglamento -según explicaron medios jurídicos del Congreso, avalados posteriormente por su presidente Félix Pons- hacen imposible que en la sesión del Congreso del día 30 el presidente del Gobierno se refiera a una eventual crisis. Esta comparecencia fue anunciada ayer en la Junta de Portavoces por el titular de Relaciones con las Cortes, Virgilio Zapatero, y tiene como objeto, según sus palabras, explicar los resultados de la cumbre de jefe de Estado y de Gobierno de la Comunidad Europea, que se celebrará los días 26 y 27 de junio.Con ello, el presidente del Gobierno da cumplimiento a su compromiso de explicar en el Congreso los contenidos de cada cumbre europea, inmediatamente después a que se produzca, práctica que ya inauguró el pasado mes de enero.

Según los trámites obligados, el Gobierno debe comunicar por escrito la petición de comparecencia del presidente y explicar el motivo concreto de esta petición, por lo que no cabe la improvisación de materias. Aunque todavía tal comunicación escrita no ha sido remitida, el ministro de Relaciones con las Cortes, Virgilio Zapatero, adelantó que la cumbre europea era el único motivo.

Algunos portavoces de la oposición insinuaron, al escuchar al ministro, que el presidente quizá pretende aprovechar esa comparecencia para hablar de la remodelación, lo que fue descartado por Zapatero. "El presidente comparecerá exclusivamente para hablar de la cumbre europea", remachó el ministro.

Síndrome de crisis

No obstante, el síndrome de la crisis gubernamental continúa latente en las Cámaras y han empezado las cábalas sobre la posibilidad de que ésta se produzca a mediados de julio, en coincidencia con el pleno extraordinario previsto para la tramitación definitiva de determinadas leyes.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

El escepticismo sobre esta cuestión pesa sobre todo en el Grupo Socialista, en cuyo seno hay muy poca información sobre los planes del presidente del Gobierno. En estos medios se descarta que el jefe del Ejecutivo solicite su comparecencia para explicar algunos cambios de ministros, aunque su presencia está asegurada si la oposición lo solicita, lo que hará con seguridad, como ya ocurrió con la crisiv Boyer de 1985.

El Consejo de Ministros del próximo día 24 y la llegada del Rey, tras su viaje por Australia y Nueva Zelanda, constituyen motivos adicionales para la especulación. Varios de los actuales miembros del Gabinete -informa han asegurado que Felipe González no hará "nunca" un reajuste en una reunión del Consejo de Ministros, ni menos aún va a plantear la cuestión a don Juan Carlos recién llegado de un largo viaje. Pero los mentideros políticos no terminan de creérselo.

Prueba del interés suscitado por el Consejo de Ministros del día 24 es el esfuerzo del ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, para regresar a Madrid a tiempo de asistir a esa reunión. En lugar de participar en la jornada de descanso en Honolulú (Hawai), prevista por los organizadores del viaje de los Reyes, Fernández Ordóñez emprende hoy mismo el regreso.

Por su parte, Roberto Dorado, jefe del Gabinete de la Presidencia del Gobierno, afirmó que no tiene "la menor idea" de una especulación surgida ayer en el Congreso de los Diputados, según la cual él será nombrado ministro de Justicia e Interior en el próximo Gobierno de Felipe González. "¿Sólo dos ministerios?", respondió con ironía. "Yo sólo acepto empezar a hablar si se trata de tres o cuatro", bromeó.

Archivado En