Cartas al director

Lo que cuesta faenar

Recientemente hemos podido comprobar cómo pescadores franceses comunitarios han llegado hasta nuestra costa con su flota para pescar el atún. La reacción, lógica por otra parte, es quejarse y buscar una solución al problema que siempre se plantea, como que dejen de faenar en nuestras aguas, olvidando que en 1992, cuando se produzca la Comunidad única y la plena integración de España en ella, nada podremos hacer al respecto.La política pesquera que se debería impulsar está precisamente orientada en una dirección: facilitar las inversiones para quienes aspiran a convertirse en alternativa de los...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Recientemente hemos podido comprobar cómo pescadores franceses comunitarios han llegado hasta nuestra costa con su flota para pescar el atún. La reacción, lógica por otra parte, es quejarse y buscar una solución al problema que siempre se plantea, como que dejen de faenar en nuestras aguas, olvidando que en 1992, cuando se produzca la Comunidad única y la plena integración de España en ella, nada podremos hacer al respecto.La política pesquera que se debería impulsar está precisamente orientada en una dirección: facilitar las inversiones para quienes aspiran a convertirse en alternativa de los atuneros franceses, realizar la modernización del sector pesquero en el Mediterráneo y, en definitiva, arriesgarse para impulsar esta actividad marina.

La dificultad para desarrollar un proyecto de esta envergadura no radica sólo en el volumen de inversión (unos 200 millones de pesetas), sino en el proceso burocrático y administrativo que debe: seguirse, además de los problemas para encontrar canales de financiación.- Juan M. Laboria.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En