Concilio ortodoxo.
Un sacerdote ortodoxo se protege del sol ante el monasterio de Zagorsk, a 60 kilómetros de Moscú, donde el patriarca Pimen inauguró ayer un concilio convocado con ocasión del milenario del cristianismo en Rusia, cuyas celebraciones se iniciaron el domingo en la capital de la URSS. Konstantin Jarchev, director del Consejo Estatal para Asuntos Religiosos, leyó un mensaje del Gobierno en el que se asegura que creyentes y ateos pueden contar con que el Estado les protegerá. Entre tanto, disidentes religiosos celebraban en un apartamento de la capital soviética una "misa por los perseguidos"....
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Un sacerdote ortodoxo se protege del sol ante el monasterio de Zagorsk, a 60 kilómetros de Moscú, donde el patriarca Pimen inauguró ayer un concilio convocado con ocasión del milenario del cristianismo en Rusia, cuyas celebraciones se iniciaron el domingo en la capital de la URSS. Konstantin Jarchev, director del Consejo Estatal para Asuntos Religiosos, leyó un mensaje del Gobierno en el que se asegura que creyentes y ateos pueden contar con que el Estado les protegerá. Entre tanto, disidentes religiosos celebraban en un apartamento de la capital soviética una "misa por los perseguidos".