Interior recompensó a tres inspectores por el servicio en que falleció 'el tercer hombre'
El Ministerio del Interior felicitó públicamente y recompensó con 10.000 pesetas a cada uno de los tres policías que intervinieron en la muerte en Móstoles, el 30 de julio de 1984, de José Luis Fernández Corroto, el único de los atracadores de Atocha que logró huir.La división de personal de la Dirección General de la Policía concedió el 23 de Julio de 1985 dicha recompensa "por la práctica de meritorio servicio consistente en el enfrentamiento con armas de fuego entre dichos funcionarios y un peligroso delincuente habitual contra la propiedad, resultando muerto éste".
El comisario -ent...
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El Ministerio del Interior felicitó públicamente y recompensó con 10.000 pesetas a cada uno de los tres policías que intervinieron en la muerte en Móstoles, el 30 de julio de 1984, de José Luis Fernández Corroto, el único de los atracadores de Atocha que logró huir.La división de personal de la Dirección General de la Policía concedió el 23 de Julio de 1985 dicha recompensa "por la práctica de meritorio servicio consistente en el enfrentamiento con armas de fuego entre dichos funcionarios y un peligroso delincuente habitual contra la propiedad, resultando muerto éste".
El comisario -entonces todavía Inspector- Francisco Javier Fernández Álvarez y los inspectores José María Pérez Gutiérrez y Jaime Ignacio Cabezas de Herrera recibieron el premio en metálico, además de la felicitación pública, al ser los agentes implicados directamente en el "enfrentamiento" con Fernández Corroto. En ese tiroteo, eí atracador de Atocha recibió cuatro disparos, de ellos uno en el cuello y otro en la cabeza, este último "mortal instantáneamente", según la autopsia realizada por el forense del juzgado de Móstoles. Los inspectores no resultaron heridos, aunque varias balas hicieron impacto en su vehículo. Según un auto del juez Jacobo López Barja de Quiroga, el policía que alcanzó a Corroto fue Fernández Álvarez.
En la misma resolución de la Dirección General de la Policía se premió con una felicitación pública por el mismo servicio al entonces jefe de la Brigada Regional de Policía Judicial de Madrid, el comisario Emilio Ballesteros Manrique, brigada en la que estaban destinados todos los policías relacionados con el caso. También fueron felicitados públicamente otros diez inspectores, ocho de los cuales tomaron parte en el servicio del taller de la calle Atocha.