Cartas al director

En el 68 con Jaime Pastor

Siento mucho que la memoria, y quizá otras reacciones muy humanas, le hayan jugado una mala pasada a Jaime Pastor. Le guste o no, participé activamente, y con verdadero entusiasmo democrático, en la preparación del recital de Raimon en mi facultad de Ciencias Políticas y Económivas en mayo de 1968.Yo era un simple delegado de tercero de Políticas del Sindicato Democrático de Estudiantes, como lo había sido desde primero, en 1965, y lo fui hasta su desaparición. Si por mi procedencia social no accedí a la Universidad con mentalidad de izquierdas -lo que no era algo anormal en aquellos tiempos-,...

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Siento mucho que la memoria, y quizá otras reacciones muy humanas, le hayan jugado una mala pasada a Jaime Pastor. Le guste o no, participé activamente, y con verdadero entusiasmo democrático, en la preparación del recital de Raimon en mi facultad de Ciencias Políticas y Económivas en mayo de 1968.Yo era un simple delegado de tercero de Políticas del Sindicato Democrático de Estudiantes, como lo había sido desde primero, en 1965, y lo fui hasta su desaparición. Si por mi procedencia social no accedí a la Universidad con mentalidad de izquierdas -lo que no era algo anormal en aquellos tiempos-, sí supe distinguir entre las opciones que se me presentaron y optar.

Nunca milité en el FES ni enguna otra organización parecida, como pueden atestiguar los compañeros de facultad que defendían aquellas siglas, y de los que también guardo un buen recuerdo.

Fue por mi conocido talante democrático, aunque no trotskista, por lo que en aquellas fechas confiaste en mí, y yo arriesgué mi libertad, trasladándote en mi seiscientos a Valencia -cuando eras buscado por la policía-, desde donde creo lograste salir hacia el extranjero, mientras que a mi regreso me detenían por segunda vez.. A los pocos meses ingresé en el PSOE y -como tú en tu adscripción trotskista- sigo orgulloso y fiel a mis ideas; las mismas de entonces.

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Creo que el rencor o el pensar que sólo desde tus principios se accedía a la patente democrática no es bueno. Creo que negar lo evidente es arriesgado, y la verdad es que en ese año, y pese a no coincidir con tus principios ideológicos, fui uno más de los protagonistas modernos de aquel 68.

Hablar más de expulsiones, detenciones, estancias en Carabanchel y otras represalias que sufrimos en aquellas fechas sería abusar de los lectores, si bien la mala memoria u otras razones han exigido esta breve aclaración- delegado de tercero de la facultad de Ciencias Políticas y Económicas en el curso 1967-1968.

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