ELECCIONES AUTONÓMICAS EN CATALUÑA

La policía autonómica vigiló colegios electorales en una jornada sin incidentes

La más absoluta tranquilidad y la ausencia de incidentes presidieron ayer la jornada electoral en Cataluña, con la que culminó una de las campañas más cortas y apáticas del período democrático. Los líderes de las principales opciones se limitaron a expresar su deseo de una alta participación y su inquietud por la abstención, en el momento de depositar sus papeletas en las urnas. Una de las anécdotas del día fue protagonizada por el propio candidato de Convergència i Unió (CiU) a la reelección, Jordi Pujol, quien olvidó introducir la papeleta en el sobre, por lo que hubo de repetir la opera...

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La más absoluta tranquilidad y la ausencia de incidentes presidieron ayer la jornada electoral en Cataluña, con la que culminó una de las campañas más cortas y apáticas del período democrático. Los líderes de las principales opciones se limitaron a expresar su deseo de una alta participación y su inquietud por la abstención, en el momento de depositar sus papeletas en las urnas. Una de las anécdotas del día fue protagonizada por el propio candidato de Convergència i Unió (CiU) a la reelección, Jordi Pujol, quien olvidó introducir la papeleta en el sobre, por lo que hubo de repetir la operación.La policía autonómica vigiló por primera vez colegios electorales. Este cuerpo policial se encargó de custodiar algunas mesas, aunque la mayoría continuaron bajo la vigilancia de la Policía Nacional, la Guardia Civil y las policías municipales.

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Pujol acudió a las once de la mañana a su colegio electoral del distrito barcelonés de Sarrià-Sant Gervasi, acompañado de su esposa, Marta Ferrusola, y de su hija Mireia. El candidato convergente, cuya afonía había remitido sensiblemente, expresó su confianza en que votase "toda la gente que cree que conviene un Gobierno fuerte, para hacer más eficaz la negociación con Madrid".

A la misma hora, el candidato socialista, Raimon Obiols, manifestaba que "el resultado siempre es una incógnita y por eso la procesión va por dentro". El ministro de Defensa, Narcís Serra, se mostró confiado en un buen resultado, mientras que el alcalde de Barcelona y número dos del PSC por Barcelona, Pasqual Maragall, pidió que el ganador administrara la victoria "sin excesos".

Jorge Fernández Díaz, primer candidato de Alianza Popular (AP), que votó en el mismo colegio donde más tarde lo hizo Pujol, también señaló que la abstención podía perjudicar a su grupo. Aseguró haber dormido perfectamente "porque hemos hecho todo lo que se podía hacer".

El candidato de Iniciativa per Catalunya (IC), Rafael Ribó, votó poco después del mediodía en su colegio electoral, en el distrito de Ciutat Vella. Ribó se mostró preocupado por la abstención e insistió en que los ciudadanos acudieran a votar, "aunque sea en blanco". El número uno del Centro Democrático y Social (CDS), Antoni Fernández Teixidó, declaró que su partido daría "la sorpresa". Por su parte, el candidato de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Joan Hortalà, hubo de realizar los trámites necesarios para no tener que ocupar la presidencia de una mesa electoral.

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El PSC y AP denunciaron ante la Junta Electoral la existencia de pintadas con el texto "Vota Pujol, vota CiU" a la entrada de diversos colegios electorales de la ciudad de Barcelona. Fuentes convergentes afirmaron desconocer ese hecho. Los Mossos d'Esquadra, la policía autonómica catalana, participaron por primera vez en funciones de vigilancia y seguridad de los colegios electorales de Cataluña.

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