CRISIS EN TORNO AL CANAL

EE UU descarta por ahora la intervención militar, pero su paciencia "se agota"

"Nuestra paciencia tiene un limite" advirtió el martes por la noche la Casa Blanca al general Manuel Antonio Noriega, después de que el presidente Ronald Reagan y sus principales asesores discutieran una escalada de la presión para sacar del país al hombre fuerte de Panamá. La utilización de la fuerza militar ha sido descartada por el momento, pero la Administración no está dispuesta a esperar indefinidamente.

Estados Unidos ha recibido en las últimas horas una petición formal de intervención militar por parte de la oposición panameña, incapaz tras un mes de conspiración de desembarazar...

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"Nuestra paciencia tiene un limite" advirtió el martes por la noche la Casa Blanca al general Manuel Antonio Noriega, después de que el presidente Ronald Reagan y sus principales asesores discutieran una escalada de la presión para sacar del país al hombre fuerte de Panamá. La utilización de la fuerza militar ha sido descartada por el momento, pero la Administración no está dispuesta a esperar indefinidamente.

Estados Unidos ha recibido en las últimas horas una petición formal de intervención militar por parte de la oposición panameña, incapaz tras un mes de conspiración de desembarazarse de Noriega. En nombre de Eric Arturo Delvalle, a quien Washington reconoce como el legítimo presidente constitucional de Panamá, su embajador en EE UU, Juan Sosa, pidió aquí una operación "tipo comando" para detener a Noriega. "Sería, probablemente, la mejor alternativa y evitaría la confrontación y la pérdida de vidas", explicó el embajador, que añadió que no se trataría de una "intervención", sino de una respuesta a una petición legítima de ayuda del Gobierno panameño.Hace sólo unos días, Elliot Abrams, secretario de Estado adjunto para Asuntos Interamericanos y el hombre que dirige la operación anti Noriega en Washington, no descartó la posibilidad de un golpe de mano. El vicepresidente George Bush ha defendido también el "secuestro" de Noriega para traerlo a EE UU, donde está procesado por tráfico de drogas.

La opción de una acción militar decisiva ha sido teóricamente considerada, "pero es la menos favorita", dijeron fuentes oficia les. Tendría un enorme coste político en las relaciones con Latinoamérica y sólo estaría justificada para proteger a los 45.000 ciudadanos norteamericanos (de ellos 10.000 militates) que viven en Panamá o por la seguridad del Canal.

Portahelicópteros

El senador republicano Alphonse d'Amato dijo ayer que tiene informaciones de que las Fuerzas de Defensa panameñas, con ayuda de técnicos cubanos que están llegando al país, se disponen a sabotear el Canal. D'Amato pidió que se le den 48 horas a Noriega para salir del país; y si no lo hace, afirma, EE UU debería ir a por él.El portahelicópteros Okinawa, con 700 marines a bordo, cruzó el martes el Canal de Panamá, en viaje del golfo Pérsico a su base en San Diego, California. El Pentágono consideró la posibilidad de mantener al buque en la zona del canal de Panamá como demostración de fuerza, pero finalmente optó por que continuara viaje.

El portavoz de la Casa Blanca, Marlin Fitzwater, dijo que no hay cambios en el estado de alerta de las tropas estadounidenses en el Canal, pero "están en condiciones de responder apropiadamente si es necesario". El Pentágono ha anunciado, para la primera semana de abril, unas importantes maniobras navales en aguas del Caribe, en las proximidades de Puerto Rico, con la movilización de 40.000 hombres. Oficialmente se asegura que no tienen nada que ver con la situación en Panamá.

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"Estamos haciendo todo lo que podemos", declaró el presidente, preguntado el martes porla situación. La Administración de Reagan ha calculado mal y está frustrada por la resistencia de Noriega. Washington pensó que la presión económica, el corte de los dólares a través de la congelación de las cuentas bancarias panameñas en Estados Unidos y la suspensión de los pagos norteamericanos por el uso del Canal, serían suficientes para deshacerse del general Manuel Noriega.

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