Cartas al director

Solución al problema del paro

Una persistente idea me ha llevado al convencimiento de que su aplicación resolvería el problema del paro con otros beneficios sociales.Aunque esa ley es socialmente revolucionaria, no creo que sea una utopía establecer una pensión de amas de casa para las mujeres casadas que, al promulgarla o al contraer matrimonio, ocupen un puesto de trabajo asalariado -del que quedan incompatibles-, excepto los de origen académico o universitario ocupados por profesionales o titulares correspondientes, a las que no corresponde esa pensión ni las incompatibilidades.

Las mujeres comprendidas en esta l...

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Una persistente idea me ha llevado al convencimiento de que su aplicación resolvería el problema del paro con otros beneficios sociales.Aunque esa ley es socialmente revolucionaria, no creo que sea una utopía establecer una pensión de amas de casa para las mujeres casadas que, al promulgarla o al contraer matrimonio, ocupen un puesto de trabajo asalariado -del que quedan incompatibles-, excepto los de origen académico o universitario ocupados por profesionales o titulares correspondientes, a las que no corresponde esa pensión ni las incompatibilidades.

Las mujeres comprendidas en esta ley son muy beneficiadas, porque les cambia la condición social de obreras por la de amas de casa con una pensión no sólo compensatoria al salario que dejan de percibir por el puesto de trabajo que dejan vacante, sino complementaria a otros ingresos para que pueda dedicarse ininterrumpidamente a las labores del hogar y educación de sus hijos. Esta convivencia ha de contribuir a una mayor compenetración familiar y a evitar que algunos hijos den la sensación de independencia y desafecto cuando resuelven "ir a vivir sus vidas porque los padres no les comprenden". Decisiones que, además de los estragos familiares que ocasionan, les envilecen ante la sociedad, y con el peligro de caer en vicios de resultados irreversibles. No creo aventurado suponer que muchas de estas reacciones son el resultado de las atenciones recibidas en la infancia y adolescencia, de lo que las madres, esclavas del trabajo, se han visto obligadas a estar ausentes.

Esto sólo ya hace aconsejable esa pensión, pero si contribuye a solucionar el paro deja de ser aconsejable para ser exigible.

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Aunque el número de parados es muy elevado, también lo es el de puestos de trabajo que las mujeres pensionadas dejan vacantes para ser ocupados por otros tantos parados sin otro presupuesto que el de subsidio de paro, porque la suma de mujeres que pasan a cobrar esa pensión es la de parados que dejan de cobrar subsidio al ocupar aquellas vacantes.

Si con esta ley el resultado es satisfactorio, lo sería mucho más si los dirigentes sindicales dejaran de hacer demagogia pidiendo mejores condiciones laborales y mayores salarios cuando las establecidas ya han provocado el cierre de muchas empresas y, como consecuencia, el aumento de parados.

La situación actual de los obreros con trabajo no es la misma que era cuando Pablo Iglesias fundó el socialismo; entonces sí necesitaban ser defendidos de las injusticias sociales y laborales que padecían, pero ahora son los parados los que necesitan ayuda, y las empresas, confianza para dar trabajo a esos parados. También sería necesario, para la total solución del paro, flexibilizar el despido razonable para que, si algún obrero quedaba sin trabajo, fueran los vagos, que no merecen protección. ¡Las abejas

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nos dan una lección de aprecio en el trabajo!

Y, por último, a los efectos de productividad, debiera tenerse en cuenta que las mujeres casadas, aun cumpliendo con su deber, es muy difícil que den beneficios a las empresas donde trabajan, por las muchas gabelas legisladas a su favor y en contra de las empresas.

Por el interés que tiene todo lo expuesto, creo debiera estudiarse detenidamente y, si no hay un obstáculo irreversible, ha de merecer la aprobación general de todos los españoles.-

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