Numerosos "camellos" detenidos en Barcelona aseguran ser confidentes policiales

Miembros de la Guardia Urbana de Barcelona que patrullan en el distrito de Ciutat Vella han expresado su malestar por la "gran cantidad" de camellos que, al ser detenidos, se identifican como confidentes de la policía. Las fuentes informantes no pudieron precisar qué porcentaje del total de detenidos se ampara en su supuesta condición de membrillos -palabra con la que en el argot policial se denomina a los confidentes- para evitar ser conducidos a las dependencias policiales. En cualquier caso, el malestar ha tomado suficiente entidad como para que, una vez informado de la situac...

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Miembros de la Guardia Urbana de Barcelona que patrullan en el distrito de Ciutat Vella han expresado su malestar por la "gran cantidad" de camellos que, al ser detenidos, se identifican como confidentes de la policía. Las fuentes informantes no pudieron precisar qué porcentaje del total de detenidos se ampara en su supuesta condición de membrillos -palabra con la que en el argot policial se denomina a los confidentes- para evitar ser conducidos a las dependencias policiales. En cualquier caso, el malestar ha tomado suficiente entidad como para que, una vez informado de la situación, el teniente de alcalde Joan Torres haya ordenado a los mandos del cuerpo que planteen el caso ante los responsables de la policía.Las fuentes informantes admitieron que la utilidad de los confidentes está demostrada y que su utilización por parte de la policía es una práctica utilizada en todo el mundo a la que nada tienen que objetar. Sin embargo, los agentes consultados opinaron que el número de supuestos membrillos que actúan en Ciutat Vella -al que se considera el distrito más conflictivo de la ciudad- es superior al que aconsejaría una prudente utilización de este tipo de medios.

De resultar cierta, esta inflación del número de confidentes de la policía en Ciutat Vella provocaría, en la práctica, una paradójica situación, ya que una parte de los camellos de la zona estaría actuando con un cierto consentimiento de las fuerzas cuya función consiste en combatir la delincuencia. Con todo, las fuentes informantes no quisieron "dramatizar" la situación y admitieron que sin el concurso de los confidentes "muchas" aprehensiones de droga no podrían llevarse a cabo. Aunque también advirtieron que, a su parecer, la mayor parte de la información que facilitan los confidentes apostados en Ciutat Vella no sirve para frenar la venta de droga en el distrito, sino que, básicamente, resulta útil para actuar contra "el escalón superior", es decir, contra las personas o grupos que proveen a los camellos, que, pese a todo, siguen abasteciéndolos.

En la Guardia Urbana también ha causado malestar la progresiva desactivación de la denominada operación Zulú, un dispositivo especial de vigilancia destinado a combatir la delincuencia y el tráfico de droga en Ciutat Vella, distrito que incluye el barrio chino. De los 277 agentes que a mediados de 1986 pasaron a reforzar las unidades adscritas al distrito, sólo quedan en la actualidad 53.

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