El Instituto de la Mujer sólo tiene constancia de una denuncia rechazada por la Guardia Civil

El Instituto de la Mujer sólo tiene constancia del rechazo por la Guardia Civil de una denuncia sobre malos tratos a una mujer, según manifestó ayer a este periódico Carlota Bustelo, directora del organismo que vela por los derechos de la mujer en España. El pasado jueves, Bustelo dijo en el Senado que la Guardia Civil muestra en ocasiones reticencias o pasividad ante estas denuncias. Un portavoz de la dirección general de este cuerpo aseguró, por su parte, que se cumple la legalidad vigente ante los miles de denuncias que anualmente reciben sobre malos tratos.

Las 16.500 denuncias de m...

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El Instituto de la Mujer sólo tiene constancia del rechazo por la Guardia Civil de una denuncia sobre malos tratos a una mujer, según manifestó ayer a este periódico Carlota Bustelo, directora del organismo que vela por los derechos de la mujer en España. El pasado jueves, Bustelo dijo en el Senado que la Guardia Civil muestra en ocasiones reticencias o pasividad ante estas denuncias. Un portavoz de la dirección general de este cuerpo aseguró, por su parte, que se cumple la legalidad vigente ante los miles de denuncias que anualmente reciben sobre malos tratos.

Las 16.500 denuncias de malos tratos a mujeres presentadas en 1987 "las recibimos a través de los centros de información de los derechos de la mujer, de las comisarías de policía y, en menor proporción, de la Guardia Civil", manifestó ayer a este diario Carlota Bustelo, directora del Instituto de la Mujer, que matizó las declaraciones del pasado jueves ante la Comisión de Derechos Humanos del Senado. Carmen Frías, asesora jurídica del Instituto de la Mujer, manifestó que en 1987 se tuvo constancia de una denuncia rechazada en uno de los cuarteles de la Guardia Civil. "Cuando ocurre esto y las mujeres lo comunican a los centros de información es mucho más fácil solucionar la situación", interviene Carlota Bustelo, "porque nos ponemos directamente en contacto con Interior".Según la directora del organismo encargado de velar por los derechos de las mujeres en España, "lo que ocurre es que se dan más denuncias en el medio urbano que en el rural. En esto influyen dos factores: por una parte, hay que tener en cuenta que en los pueblos, donde se conocen casi todos, a las mujeres les sigue dando mucho miedo entrar al cuartelillo a denunciar a su marido".

"Por otra parte, es evidente que las campañas que hemos realizado en 1983 y 1984 para que se denuncien los malos tratos han tenido más penetración en las ciudades". El Instituto de la Mujer tiene actualmente centros de información en Cáceres, Gijón, La Coruña, Las Palmas de Gran Canaria, Madrid, Palencia, Palma de Mallorca, Santander, Sevilla, Toledo y Zaragoza.

Según un portavoz de la Dirección General de la Guardia Civil, desde el 1 de enero del pasado año, y por orden de la dirección general, este cuerpo elabora estadísticas sobre las denuncias de malos tratos registrados en el seno de familias. A lo largo de 1987 fueron presentadas en centros de la Guardia Civil más de 3.500 denuncias de ese tipo, de las que casi todas correspondieron a agresiones cometidas contra mujeres por sus compañeros.

Delitos o faltas

Una vez presentadas las denuncias, y a la vista de las circunstancias que se exponen o la gravedad de las lesiones, se decide si puede tratarse de presuntos delitos o de faltas. De las 3.500 denuncias presentadas en 1987 ante la Guardia Civil, 113 casos fueron considerados delitos, y el resto, faltas. De esos 113 delitos, los agentes de la Guardia Civil resolvieron 101 casos, con el balance de 62 personas detenidas.También entre las personas implicadas en denuncias consideradas como faltas se produjeron detenciones, realizadas por la Guardia Civil. En este capítulo, la cifra de detenciones fue de 21. El citado portavoz de la Guardia Civil asegura que, ya en el año 1984, se difundió una circular por los centros del instituto armado en la que se hacía referencia a la dignidad de las mujeres y a la gravedad social que suponía la existencia de numerosos casos de agresiones contra ellas. Por ello, la Dirección General de la Guardia Civil precisaba en la circular que los agentes del cuerpo, ante las denuncias que se planteasen, debían facilitar la tramitación de los casos ante las autoridades judiciales.

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No obstante, y siempre según las fuentes informantes, ante la Guardia Civil se presenta un reducido porcentaje de denuncias por casos de esas características, si se compara con las que se presentan en las comisarias de policía.

Según el citado portavoz, esta diferencia de cifras entre uno y otro cuerpo se debe a que la mayor parte de la población española habita en las ciudades y a que, además, en los núcleos rurales es mucho menor el porcentaje de mujeres que deciden presentar denuncias.

Los guardias tienen instrucciones de la dirección para que, ante cualquier denuncia por malos tratos a mujeres, realicen las gestiones necesarias para que los jueces dispongan de pruebas y datos concretos en los que sustentar su decisión. Sin embargo, las fuentes de la Guardia Civil afirman que en los núcleos rurales se denuncian casos que, posteriormente, no son tramitados por la vía judicial porque las propias víctimas deciden no participar en esos trámites.

Carlota Bustelo destaca que hay buena colaboración con el director general de la Guardia Civil, Luis Roldán. Ayer mismo Roldán le comunicó que está a punto de publicarse una normativa que permite la total incorporación de la mujer a la Guardia Civil. Éste es uno de los objetivos del Plan para la Igualdad de Oportunidades de las Mujeres, elaborado por el Instituto de la Mujer para 1988-1990.

En su comparecencia en el Senado, Carlota Bustelo señaló que las denuncias presentadas por malos tratos a mujeres representan sólo el 5% de los casos reales existentes, y agregó que es muy elevado el número de absoluciones judiciales. Precisé que algunos jueces parten de prejuicios tendentes a restar importancia a estos hechos.

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