El coronel que en 1985 autorizó 'pinchar' teléfonos no acudió ayer a declarar ante una juez civil

El coronel Jesús Valenciano, juez militar de Madrid; el capitán José Ramón Navarro, secretario de su juzgado, y el jefe de los Servicios Especiales de la Guardia Civil, teniente coronel Cándido Acedo, estaban citados a mediodía de ayer en el Juzgado de Instrucción 32 de Madrid para declarar en relación con un presunto delito contra el derecho a la inviolabilidad telefónica. Ninguno de los tres acudió al juzgado. El juez militar autorizó a la Guardia Civil, según las diligencias, a pinchar los teléfonos de cuatro personas de Madrid.

Según versión dada al abogado de la acusación particula...

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El coronel Jesús Valenciano, juez militar de Madrid; el capitán José Ramón Navarro, secretario de su juzgado, y el jefe de los Servicios Especiales de la Guardia Civil, teniente coronel Cándido Acedo, estaban citados a mediodía de ayer en el Juzgado de Instrucción 32 de Madrid para declarar en relación con un presunto delito contra el derecho a la inviolabilidad telefónica. Ninguno de los tres acudió al juzgado. El juez militar autorizó a la Guardia Civil, según las diligencias, a pinchar los teléfonos de cuatro personas de Madrid.

Según versión dada al abogado de la acusación particular, José Antonio Sanz Grasa, los militares no se presentaron a la juez Elena Arias-Salgado, de 31 años, porque debían obtener permiso de sus superiores para hacerlo. El pasado día 2 se envió un escrito al capitán general de Madrid, teniente general Eloy Rovira, para que tramitara las citaciones.Fuentes del Ministerio de Justicia señalaron ayer que, debido al margen de tiempo disponible, es probable que se haya producido un "problema técnico o burocrático" para que los tres militares no hubieran podido acudir ayer al juzgado.

La existencia de estas supuestas escuchas ilegales fue revelada el 10 de noviembre del pasado año por Diario 16. Ese mismo mes, Trinidad Jiménez Ballesteros, vecina de Alcalá de Henares (Madrid), presentó una denuncia contra los tres militares por entender que podía existir un "delito contra los derechos de los ciudadanos reconocidos por las leyes". Para la denunciante, además, son los jueces ordinarios, y nunca los militares, los que pueden autorizar pinchazos.

El 11 de diciembre de 1985, Cándido Acedo, entonces comandante jefe de los Servicios Especiales, envió un escrito al juez militar en el que solicitaba autorización para intervenir cuatro teléfonos que pertenecían al ex sargento de la Guardia Civil José Luis Cervero y a los ciudadanos Luciano Minaya Pascual, Agustín Ruiz Vilches y Trinidad Jiménez Ballesteros, según el documento.

Según el escrito, a través de esos teléfonos "se establecen citas y se imparten consignas por parte del sargento José Luis Cervero, que se encuentra en la situación de huido". Las personas citadas eran vecinos o conocidos de Cervero, quien perteneció a Operaciones Especiales pero ya estaba apartado de la unidad y sometido a procesos judiciales, entre otras razones por publicar que superiores suyos participaron en la guerra sucia contra ETA.

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El 12 de diciembre de 1985, el coronel Valenciano autorizó mediante un auto la intervención de los cuatro teléfonos .por un período de tres meses" porque consideró la medida adecuada y necesaria para comprobar la veracidad de la referida información". Sólo cinco días más tarde, el delegado del Gobierno en la Compañía Telefónica comunicaba al juez militar: "He cursado las instrucciones oportunas a la Compañía Telefónica para que se faciliten los medios técnicos necesarios, a fin de llevar a efecto dicha observación".

Espiados por error

Durante varios días, personas de Operaciones Especiales de la Guardia Civil acudían a instalaciones de la Telefónica y re cogían las cintas magnetofónicas en las que se habían grabado las conversaciones habidas a través de las líneas correspondientes a los teléfonos intervenidos. Sin embargo, el jefe de la Guardia Civil Acedo envía el 19 de diciembre de 1985 un nuevo escrito al juez militar en el que le explica que no ha sido intervenido el teléfono de Trinidad Jiménez Ballesteros porque "ha sido cortado temporalmente por impago".En el mismo escrito se dice textualmente: "Referente al número de teléfono 773...009, en realidad debe ser 773...008, que es el que corresponde al titular peticionado (Cervero), por lo que se ruega a V. S. I. conceda la intervención del número 773...008, quedando anulada la correspondiente al número 773...009". Por ello, el coronel Valenciano dicta un nuevo auto rectificando el número.

Un nuevo error vuelve a cometerse con el teléfono de Cervero, porque el 16 de enero de 1986, Acedo remite otro escrito al juez militar en el que le comunica: "El número de teléfono 773...008, cuyo titular es José Luis Cervero, ha sido concedido con fecha 26-11-85 a otro titular (Consuelo Pisonero Rojo), sin que tenga al parecer relación con el anterior titular, objetivo de la intervención realizada, por lo que se ruega anule dicha intervención".

El coronel Valenciano suspendió los pinchazos a todos los números citados el 29 de enero de 1986.

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