Los rectores piden el fin de las fronteras europeas en la Carta de Universidades

D. CAPELLA, La eliminación de las fronteras académicas cara a la libre circulación de profesionales prevista por la Comunidad Europea (CE) en 1992 es uno de los principales puntos que recogerá la Carta Europea de las Universidades, cuya redacción ha ultimado en Barcelona una comisión del Consejo de Rectores Europeos (CRE).

La Carta recoge como principios fundamentales de la universidad europea la libertad de cátedra y la autonomía respecto de cualquier poder. El documento, que "no tiene un valor legislativo, sino moral", proveniente de la fuerza que otorga la unidad de sus redact...

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D. CAPELLA, La eliminación de las fronteras académicas cara a la libre circulación de profesionales prevista por la Comunidad Europea (CE) en 1992 es uno de los principales puntos que recogerá la Carta Europea de las Universidades, cuya redacción ha ultimado en Barcelona una comisión del Consejo de Rectores Europeos (CRE).

La Carta recoge como principios fundamentales de la universidad europea la libertad de cátedra y la autonomía respecto de cualquier poder. El documento, que "no tiene un valor legislativo, sino moral", proveniente de la fuerza que otorga la unidad de sus redactores, según uno de ellos, será aprobado el próximo mes de septiembre por el CRE, coinciendo con el 900º aniversario de la universidad de Bolonia (Italia), considerada la más antigua de Europa.

La Carta propone caminar hacia la progresiva armonización de enseñanzas, currícula y títulos, en la perspectiva de hacer posible una Europa académica sin fronteras en 1992, fecha en la que la CE prevé la libre circulación de profesionales.

Para lograr este objetivo, los rectores reunidos en Barcelona reclaman a los poderes europeos que establezcan equivalencias entre títulos y exámenes y promuevan programas para incrementar la movilidad de profesores y alumnos, tal como ha sido tradicional en la historia de las universidades europeas.

La Carta recoge también la indisolubilidad de la enseñanza y la investigación. El texto deberá ser estudiado y aprobado por el plenario del CRE, que reúne a representantes de 360 universidades de 23 países europeos, incluidos varios de la Europa del Este.

El rector de la universidad de Barcelona, Josep Maria Bricall, único ponente español en la redacción de la Carta, calificó ayer de "totalmente insuficientes" los fondos que dedica la CE a la movilidad universitaria y añadió que será más difícil llegar en 1992 a una Europa académicamente unida que a un mercado único, debido a las profundas diferencias entre las legislaciones nacionales".

Un pasaporte estudiantil

El rector de la universidad de París-Sorbona, Jacques Soppelsa, se manifestó partidario de la creación de un pasaporte estudiantil europeo, que facilitase a los alumnos la realización de actividades académicas en cualquier institución del viejo continente. El rector de Génova, Carmine Romanzi, afirmó que el documento que proponen no quedará acotado al marco de la CE, "sino que es extensible a todo el mundo, porque la universidad es universal".

Josep Maria Bricall afirmó a este diario que "la Carta mantiene una cierta ambigüedad sobre los problemas concretos de la construcción europea", y añadió que "el actual deshielo que trae la perestroika a los países del Este ha de servir para que las universidades europeas creemos una dinámica que permita una mayor libertad en sus centros, de acuerdo con los principios de la Carta".

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