Cada punto del 'crash' cuesta 70.000 millones

Cada punto de caída del índice bursátil en España, donde el valor efectivo de las acciones cotizadas anda ahora a medio can Lino entre los 6,5 billones de hace un año y los 10,8 billones alcanzados antes del 19 de octubre, entraña unas pérdidas sobre el papel de 70.000 millones de pesetas.Como referencia para comparar, en Estados Unidos cada punto del Dow Jones se cifra en unos 1.000 millones de dólares. Por tanto, el crash ha supuesto en 13, economía que más contribuyó a gestarlo e irradiarlo al resto del mundo unas pérdidas cercanas al billón de dólares. Esto equivale a unos 111 billo...

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Cada punto de caída del índice bursátil en España, donde el valor efectivo de las acciones cotizadas anda ahora a medio can Lino entre los 6,5 billones de hace un año y los 10,8 billones alcanzados antes del 19 de octubre, entraña unas pérdidas sobre el papel de 70.000 millones de pesetas.Como referencia para comparar, en Estados Unidos cada punto del Dow Jones se cifra en unos 1.000 millones de dólares. Por tanto, el crash ha supuesto en 13, economía que más contribuyó a gestarlo e irradiarlo al resto del mundo unas pérdidas cercanas al billón de dólares. Esto equivale a unos 111 billones de pesetas; frente a los cerca de tres billones perdidos en España, casi multiplica esta cantidad por 40. Pero la economía norteamericana es 14 veces mayor que la española. Si por estos ratios ha sufrido pérdidas de riqueza que en términos relativos multiplican por tres a las registradas en España, allí beneficios y quebrantos están más repartidos.

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El número de familias poseedoras de acciones en EE UU podría rondar los 29 millones, uno de cada cuatro adultos. En el Reino Unido los accionistas suman nueve millones de adultos, uno de cada cinco. Para España se han dado cifras del orden del millón de inversionistas particulares: uno de cada 30 personas mayores de 16 años. También se ha estimado que cada inversionista bursátil particular tiene comprometida en España una media de 400.000 pesetas. Esto sumaría un volumen total de 400.000 millones de pesetas, cifra que parece infravalorada.

Para EE UU, donde se estima que el 20% de toda la riqueza de los individuos se invierte directamente en los mercados de acciones, se ha barajado una pérdida próxima a los 4.000 dólares por persona, lo que podría reducir el consumo privado en un punto. En otros países occidentales se piensa que el efecto puede ser más reducido, debido a la menor dimensión del mercado bursátil y al carácter amortiguador de los inversores institucionales: fondos de pensiones, compañías de seguros, bancos, etcétera.

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