Construcciones y Contratas podrá decidir el nombramiento de presidente del Banco Central

Construcciones y Contratas se reserva, al menos teóricamente, poder tomar decisiones sobre el nombramiento del presidente del Banco Central, el consejero delegado y el director general, según el acuerdo suscrito entre esta empresa y KIO con motivo de la constitución de la nueva sociedad que controlará y administrará al menos el 12,25% del capital de esa entidad. La comisión ejecutiva del Banco Central, reunida ayer por la tarde, apenas si analizó durante unos minutos la nueva situación creada en el seno del accionariado de la entidad tras la constitución de una nueva sociedad, participada en u...

Construcciones y Contratas se reserva, al menos teóricamente, poder tomar decisiones sobre el nombramiento del presidente del Banco Central, el consejero delegado y el director general, según el acuerdo suscrito entre esta empresa y KIO con motivo de la constitución de la nueva sociedad que controlará y administrará al menos el 12,25% del capital de esa entidad. La comisión ejecutiva del Banco Central, reunida ayer por la tarde, apenas si analizó durante unos minutos la nueva situación creada en el seno del accionariado de la entidad tras la constitución de una nueva sociedad, participada en un 51,2% por Construcciones y Contratas y el 48,8% restante por KIO.

A pesar de la falta de declaración oficial, en medios cercanos al Banco Central se señala que existe un profundo malestar por las características de la operación que se ha realizado a espaldas del presidente del Central y del Fomento, donde Conycon tiene un 5%. El silencio con el que los responsables del Banco Central tratan de quitar hierro a la constitución de la nueva sociedad que controlará el paquete más importante de acciones de este banco no parece ser suficiente para impedir que la sorpresa por la operación haya hecho mella entre los máximos ejecutivos de la entidad.Fuentes del Banco Central señalaron que el análisis de la nueva situación se limitó a una pequeña exposición por parte del presidente, Alfonso Escámez, a la comisión ejecutiva y que, inmediatamente, se pasó a discutir de otros asuntos pendientes. No obstante, este mismo silencio, después de una semana en la que las noticias sobre movimientos accionariales en los grandes bancos han sido continuos y, tras el anuncio de una ampliación de capital por parte del Banco Central por 7.000 millones de pesetas nominales, en la proporción de una acción nueva por cada cinco antiguas con una prima del 300%, no presagia que la noticia haya sido bien recibida.

Despejar incógnitas

Hay un dato relativ amente favorable. Construcciones y Contratas es accionista en un 5% del Banco de Fomento, integrado dentro del grupo del Banco Central, desde hace muchos años y su posición ahí ha sido de colaboración. El anuncio de creación de la nueva sociedad supone un cierto alivio en la medida en que se conoce cual puede ser la participación accionarial de KIO, directa e indirecta, y porque parece que al fin ha elegido al socio a través del cual actuar o incluso acabar vendiendo todas sus acciones en la entidad.Pero al tiempo Construcciones y Contratas es una sociedad nacional, lo que cuenta bastante actualmente a la hora de juzgar la bondad o no de su intento de entrar en el mundo financiero, y además ha demostrado que cuando decide influir en la gestión de una sociedad en la que tiene un paquete suficiente lo hace sin especiales contemplaciones, aunque con un cierto guante blanco.Eso fue lo que ocurno en el Banco Zaragozano, donde se mantuvo al margen de la gestión hasta que logró un acuerdo que significó la retirada del presidente, el nombramiento provisional de uno nuevo, la entrada de otro consejero delegado y, al final, la designación de José Ramón Álvarez Rendueles como presidente y máximo ejecutivo de la entidad.Por ello, a pesar de que la declaración de principio de los responsables de Construcciones y Contratas ha sido de no beligerancia con la actual línea del presidente de la entidad y de la gestión del banco, en los medios financieros se considera prácticamente seguro que, más pronto o más tarde, acabarán tomando una postura clara. Puede ser,como siempre, pactada o no, en el sentido de que lo que se esté preperando es la sucesión de Alfonso Escámez para dentro de un tiempo no excesivo o que, por el contrario, se acabe decidiendo un ataque frontal contra la actual dirección.

El silencio de los máximos responsables del Banco Central, que no tardaron prácticamente ni dos días en reaccionar cuando se anunció el intento de compra de Banesto por parte del Central, al anunciar una ampliación de capital, cuyo objetivo ha sido claramente el de encarecer cualquier posición de control, es significativo.Hasta ahora, el Banco Central se mantenía como una unidad ante-lo que se denominaban ataques desde el exterior. E incluso se buscó la asociación con KIO para tratar de frenar presiones de las autoridades. Pero ahora, ese mismo paquete, incrementando con el paso de los meses, ya no está a disposición del presidente del Banco Central como lo estuvo en la últimajunta general de accionistas. Ahora, los derechos políticos de ese 12,25% pertenece a Alberto Cortina y Alberto Alcocer, por méritos propios y por la delegación del 7% del capital que, oficialmente, tiene el KIO.