Tribuna:

Discreta mejoría de alcance dudoso

Los mercados de valores han mantenido las escasas expectativas de reacción de la víspera, gracias a un seguimiento, segundo a segundo, del acontecer en los mercados europeos. La desconfianza de los inversores hacia la coyuntura actual hace que sea necesario que todos los factores que pueden intervenir en el mercado estén a favor, ya que la mínima duda aconseja mantenerse en una prudente espera. El argumento de la trayectoria de otras bolsas es tan precario que los tanteos compradores se han producido casi con cuentagotas pues, si prácticamente nadie cuestiona la posibilidad de un rebote de las...

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Los mercados de valores han mantenido las escasas expectativas de reacción de la víspera, gracias a un seguimiento, segundo a segundo, del acontecer en los mercados europeos. La desconfianza de los inversores hacia la coyuntura actual hace que sea necesario que todos los factores que pueden intervenir en el mercado estén a favor, ya que la mínima duda aconseja mantenerse en una prudente espera. El argumento de la trayectoria de otras bolsas es tan precario que los tanteos compradores se han producido casi con cuentagotas pues, si prácticamente nadie cuestiona la posibilidad de un rebote de las cotizaciones, en la duración si que hay ya diversidad de opiniones.El volumen negociado en la jornada del miércoles se ha situado en sólo 10.210 millones de pesetas, aunque el número de acciones ha sido alto. Esto indica que los inversores que se han apuntado a una teórica reacción al alza no han sido muy numerosos, o que lo han hecho en valores baratos, precisamente en aquellos en los que la posibilidad de pérdida no es alta.

La confirmación de un descenso en las cifras de déficit comercial norteamericano puede favorecer una reacción alcista de cierta importancia, aunque un déficit no demasiado alto no es la mejor noticia de las posibles. Los analistas esperan ahora la confirmación de los datos sobre reducción del déficit presupuestario.

Los grupos que mejor han reaccionado han sido, junto al eléctrico, los de metal, construcción, comunicaciones y químicas, aunque el mercado debe intentar separar lo que es del propio mercado y lo que corresponde a la intervención, algo que preocupa todavía a los operadores. Las posiciones al cierre eran discretamente optimistas, pero sin realizar apuestas sobre el futuro inmediato.

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