Cartas al director

Defensa constitucional de Argentina

He leído las declaraciones de la señora Hebe Bonaffini en las páginas de un matutino, además de otras vertidas en otros medios de comunicación social. Es realmente una falacia afirmar en forma tajante que en la Argentina actual se secuestra, se viola o se tortura.Esta denuncia que la señora Bonaffini hace institucionalmente, es realmente incomprensible en alguien que se precie de defender el sistema democrático y su consolidación definitiva.

Esto me hace pensar que detrás de todo existe un móvil político, porque tamaña afirmación no quepa en alguien que haya estado o sepa de la realidad...

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He leído las declaraciones de la señora Hebe Bonaffini en las páginas de un matutino, además de otras vertidas en otros medios de comunicación social. Es realmente una falacia afirmar en forma tajante que en la Argentina actual se secuestra, se viola o se tortura.Esta denuncia que la señora Bonaffini hace institucionalmente, es realmente incomprensible en alguien que se precie de defender el sistema democrático y su consolidación definitiva.

Esto me hace pensar que detrás de todo existe un móvil político, porque tamaña afirmación no quepa en alguien que haya estado o sepa de la realidad actual argentina, donde existe plena libertad y los tres poderes del Estado funcionando.

Es realmente alarmante ver que algunas personas sigan sin entender que la política no es el terreno de la perfecta justicia, sino el logro del mayor bienestar general, anteponiendo sus intereses a los intereses generales.

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En palabras de Ludolfo Paramio, es preocupante que algunas personas no entiendan que la consolidación de la democracia en Argentina exigía fijar límites a las responsabilidades judiciales por el genocidio cometido por las juntas militares. No se puede disolver un ejército y montar otro: en este terreno es imposible partir de cero.

Cuando delinque una colectividad que posee el monopolio real de la violencia, en un Estado no cabe aplicar un principio de justicia radical: es preciso acudir a un largo proceso de reforma democrática y procesamiento fraccionado de los responsables del delito. Estoy convencido que debemos seguir apoyando al presidente argentino Raúl Alfonsín, un político honesto e inflexible y también al político realista que en este proceso de transición está consolidando lentamente el sistema pese a los muchos escollos del camino.- José Miguel Bonet

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