Cartas al director

El último derecho

Utilizar, como lo hace Jesús María Mínguez en EL PAÍS del pasado día 19, el extraordinario temple del eminente físico inglés Hawking, para lanzar una diatriba sin ton ni son contra la eutanasia (y de paso contra el aborto) es, lisa y llanamente, pura demagogia.La eutanasia es el último derecho que le queda al enfermo terminal que desee ponerlo en práctica. Es una decisión voluntaria porque, de no ser así, estaríamos ante un asesinato. A ver si se entiende de una vez: el partidario de la eutanasia no va pidiendo la muerte a diestro y siniestro de los seres que sufren; pide para sí, precisamente...

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Utilizar, como lo hace Jesús María Mínguez en EL PAÍS del pasado día 19, el extraordinario temple del eminente físico inglés Hawking, para lanzar una diatriba sin ton ni son contra la eutanasia (y de paso contra el aborto) es, lisa y llanamente, pura demagogia.La eutanasia es el último derecho que le queda al enfermo terminal que desee ponerlo en práctica. Es una decisión voluntaria porque, de no ser así, estaríamos ante un asesinato. A ver si se entiende de una vez: el partidario de la eutanasia no va pidiendo la muerte a diestro y siniestro de los seres que sufren; pide para sí, precisamente por su amor a la vida, una muerte digna ante un sufrimiento atroz e inevitable. Y esto es un derecho y no un delito. Privarle de la eutanasia al que racionalmente la solicita es inmoral.- Teolindo Fernández.

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