Los países del sur de Europa buscan una política sanitaria propia para no depender de las naciones del Norte

Los países del sur de Europa pretenden evitar la dependencia respecto de las naciones del Norte y diseñar un sistema de salud acorde con sus características y necesidades, según ha quedado de manifiesto en las Primeras Jornadas de Salud del Mediterráneo, que se clausuran hoy en Granada. Este movimiento de reforma sanitaria, avalado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), es reciente. Desde hace unos años, las reuniones entre especialistas de salud de los países mediterráneos han aumentado, aunque no existen aún contactos oficiales de colaboración entre los Gobiernos.

La Escuela d...

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Los países del sur de Europa pretenden evitar la dependencia respecto de las naciones del Norte y diseñar un sistema de salud acorde con sus características y necesidades, según ha quedado de manifiesto en las Primeras Jornadas de Salud del Mediterráneo, que se clausuran hoy en Granada. Este movimiento de reforma sanitaria, avalado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), es reciente. Desde hace unos años, las reuniones entre especialistas de salud de los países mediterráneos han aumentado, aunque no existen aún contactos oficiales de colaboración entre los Gobiernos.

La Escuela de Salerno (Italia) fue la primera de Europa y funcionó los siglos XII y XIII. Fue fundada, según la tradición, por un griego, un judío, un romano y un árabe, y simbolizó la hermandad de la cultura mediterránea.Esa hegemonía del sur de Europa se perdió en el siglo XVII y pasó a manos de las naciones del norte del continente. "Ahora hay indicios de que el Mediterráneo recupera su importancia; además de las iniciativas tomadas en común, se va recreando una identidad sanitaria entre países y podemos ofrecer mensajes propios en los foros internacionales", afirma Constantino Sakellarides, coordinador de la Organización Mundial de la Salud del programa de cooperación con los países europeos.

En estas primeras jornadas sanitarias, los organizadores no han incluido a los países mediterráneos no europeos y han optado por los que guardan más similitud entre sí. En una etapa posterior se pretende contar con todos.

Tales semejanzas se refieren a un menor desarrollo industrial que, por ejemplo, el Reino Unido o Finlandia, y un catálogo de enfermedades propias de países más anticuados.

Diferentes enfermedades

Según Sakellarides, en los países del sur de Europa la mortalidad se produce por causas en vías de erradicación en naciones más modernizadas. A modo de ejemplo, cita las enfermedades producidas por la adicción al tabaco y el alto número de fallecidos en accidentes de circulación. En contrapartida, hay menor incidencia de las enfermedades cardiovasculares y también es más bajo el porcentaje de suicidios.

La identidad entre los países que concurren al encuentro de Granada también se da en que han implantado recientemente proyectos de reforma sanitaria."Hace años las experiencias eran unilaterales, todas partían de las naciones con alto desarrollo, pero ahora tenemos las nuestras; no se trata de incorporar ideas o tecnología provenientes del Norte, sino de activar las alternativas propias", explica Sakellarides.

"Las reformas sanitarias en el sur europeo fueron adoptadas no por acuerdo previo sino por situaciones internas similares.

A la vista de ello, la Organización Mundial de la Salud pretende estimular los contactos y especialmente fomentar la conciencia de tales semejanzas", añade Sakellarides. El representante de la Organización Mundial de la Salud no ve eneste renacer de una política sanitaria propia una suerte de contencioso entre Sur y Norte, sino una confluencia entre los países más desarrollados y los menos que ponga fin a esa situación de dependencia.

Sobre la situación de la sanidad en España, Sakellarides indica que "la Organización Mundial de la Salud no hace juicios, ya que su mandato es apoyar el desarrollo y establecer consensos para obtener líneas de colaboración. Sin embargo, España es uno de los países cuya cooperación es más positiva, porque compagina sus objetivos con los europeos. En España se ha pasado de expectativas sanitarias simplistas a reconocer que los cambios son complejos y que llevan varias generaciones".Estas jornadas de colaboración están organizadas por la Escuela de Salud Pública de Andalucía, ubicada en Granada y sede asimismo del Centro de Estudios de Salud del Mediterráneo, fundado en 1986.

Junto al encuentro internacional se celebran simultáneamente las Segundas Jornadas de Salud Pública y Administración Sanitaria, a la que asisten profesionales españoles.

La Escuela de Salud andaluza fue fundada hace dos años con el objetivo de formar profesionales con arreglo a las nuevas pautas de salud contenidas en la reforma sanitaria. Andalucía y Cataluña fueron las comunidades pioneras en estas experiencias gracias a que asumieron pronto las transferencias en materia de salud. Según el director de la escuela andaluza, Francisco Javier Catalá, "lo lógico es que en España subsistan tres o cuatro escuelas, porque no hay recursos económicos y humanos para más". En Europa hay dos asociaciones de escuelas públicas de salud que mantienen relación de trabajo con la OMS.

La investigación, en la base

La base del desarrollo debe ser la investigación. Nuestra escuela se cifre a las necesidades de Andalucía, si bien estamos abiertos a recoger experiencias para formar ese carácter propio".

La escuela ha diseñado un catálogo de metas a conseguir en los próximos años. Se prevé que en 1992 más de 2.000 profesionales de salud pública habrán realizado cursos de formación de diferente duración y que unas 5.000 personas hayan participado en las jornadas anuales y en los ciclos de debates. "La escuela será uno de los núcleos que impulse la relación entre otros países mediante la participación en proyectos de colaboración", añade Catalá.

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