Tribuna:

Arias

Me contaba el gran maestro Miguel Mihura (y cómo se le echa de menos en la rentrée teatral, que todo es gracia sin humor o humor sin gracia) de sus tiempos de bombero. Llegaba Mihura a la casa del siniestro, y lo primero, le preguntaba a la señora:-¿Señora, ha habido antes otros incendios en su familia?

Esto es lo que habría que preguntarle ahora a la familia Arias, la de los almacenes siniestrados. Y resulta que sí, que yo mismo estuve de reportero audaz en el primer incendio de Almacenes Arias, allá por los dorados, felices y franquistas 60. Una familia que tiene en sí el ...

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Me contaba el gran maestro Miguel Mihura (y cómo se le echa de menos en la rentrée teatral, que todo es gracia sin humor o humor sin gracia) de sus tiempos de bombero. Llegaba Mihura a la casa del siniestro, y lo primero, le preguntaba a la señora:-¿Señora, ha habido antes otros incendios en su familia?

Esto es lo que habría que preguntarle ahora a la familia Arias, la de los almacenes siniestrados. Y resulta que sí, que yo mismo estuve de reportero audaz en el primer incendio de Almacenes Arias, allá por los dorados, felices y franquistas 60. Una familia que tiene en sí el daimon del fuego, como Goethe tenía el otro, el suyo, lo primero que debe hacer es cerrar la tienda, máxime cuando el cierre les supone unos cientos de millones del seguro y otros cientos de millones de la venta del solar. Pero hete aquí que el Ayuntamiento socialista, o lo que queda de socialista en el Ayuntamiento, decide argumentar la expropiación del citado solar, para monumento o para lo que sea. De lo que se trata o trataba era de rescatar municipalmente todo solar de la zona centro que quede libre, para evitar que las multinacionales levanten allí un rascacielos. Lo de Almacenes Arias está fácil, tirado, pero las guerras intestinas y médicas del Consistorio van a dejar/permitir que los hermanos Arias hagan su negocio, y nos alegramos por ellos, pero lo lamentamos por Madrid. Bombero o no bombero, monumento o no monumento, el Ayuntamiento tiene ahí un espacio urbano que salvar de la especulación y la arquitectura salvaje. Pero la derecha municipal nunca repara en eso hasta que es demasiado tarde.

0 quizá sea que la derecha municipal, corno toda derecha, está educada en esa política apolítica del progreso indefinido (concepto que toman de la izquierda y lo manípulan), entendiendo por progreso indefinido el levantar un rascacielos en Montera, semiesquina Sol. Después de todo, han sido 40 años de tan brillante proyecto (sin proyecto) sugestivo de vida en común franquista. A esta derecha la parió Fraga, históricamente, y a Fraga lo parió Franco (históricamente). Quiere decirse que son insensibles a la recuperación humanista (qué palabra) del entorno, aunque critiquen mucho las farolas de Sol. A la derecha también habría que preguntarle si ha habido otros fuegos en su familia. Un suponer, el del 36.

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