Cartas al director

Marginada desde la cuna

Hace dos semanas, en un viaje a Salamanca nos enteramos de que en el hospital Clínico de dicha ciudad estaba ingresada una niña de ocho meses portadora de SIDA y abandonada por su madre toxicómana. Tras haber leído un artículo sobre un caso muy similar de un niño de cinco meses portador del SIDA y abandonado por su madre, pudimos ver que existen organizaciones que luchan y trabajan para ofrecer una vía de solución a estas situaciones. En aquel caso, el niño fue adoptado por una familia.Dirigimos esta carta hacia las personas y organismos competentes que puedan ocuparse de esto caso, pues a pes...

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Hace dos semanas, en un viaje a Salamanca nos enteramos de que en el hospital Clínico de dicha ciudad estaba ingresada una niña de ocho meses portadora de SIDA y abandonada por su madre toxicómana. Tras haber leído un artículo sobre un caso muy similar de un niño de cinco meses portador del SIDA y abandonado por su madre, pudimos ver que existen organizaciones que luchan y trabajan para ofrecer una vía de solución a estas situaciones. En aquel caso, el niño fue adoptado por una familia.Dirigimos esta carta hacia las personas y organismos competentes que puedan ocuparse de esto caso, pues a pesar de los cuidados que pueda recibir esta niña en Salamanca el hospital no es el lugar adecuado para que evolucione física y psíquicamente, dada la carencia de un ambiente afectivo familiar y el aislamiento que le niega la participación en esta gran experiencia que es la vida.- Maria Antonia Fuentes y Maria Teresa Fuentes.

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