ENDESA y las eléctricas privadas se comprometen a elaborar un nuevo contrato de suministro de energía

Las empresas eléctricas privadas y la pública ENDESA han elaborado un borrador de acuerdo por el que se comprometen a elaborar un nuevo contrato de suministro de energía "ajustado al nuevo marco regulador del sector eléctrico". El borrador, cuya última versión data del 10 de septiembre, está bajo estudio por los responsables del Instituto Nacional de Industria (INI), principal accionista de ENDESA, donde se admite, sin embargo, que el documento es "un esfuerzo de buena voluntad" para encauzar todos los problemas surgidos en torno a la interpretación del viejo contrato.

Pedro Meroño, por...

Las empresas eléctricas privadas y la pública ENDESA han elaborado un borrador de acuerdo por el que se comprometen a elaborar un nuevo contrato de suministro de energía "ajustado al nuevo marco regulador del sector eléctrico". El borrador, cuya última versión data del 10 de septiembre, está bajo estudio por los responsables del Instituto Nacional de Industria (INI), principal accionista de ENDESA, donde se admite, sin embargo, que el documento es "un esfuerzo de buena voluntad" para encauzar todos los problemas surgidos en torno a la interpretación del viejo contrato.

Pedro Meroño, por parte de ENDESA, y Enrique del Valle, por parte de las empresas privadas, son los autores del borrador de acuerdo, que tiene nueve folios de extensión e incluye dos anexos de una página cada uno explicando la posición respectiva de cada parte. Es intención de las partes llegar a un compromiso en la fecha más próxima posible, a fin de que las diferencias interpretativas del actual contrato entre ENDESA y las privadas queden solventadas coincidiendo con la finalización de los trabajos para la elaboración del marco legal y estable que prepara el Gobierno para el sector.El primer punto del borrador fija claramente cuál es el objetivo: "Las partes (Endesa y las privadas) se comprometen a elaborar un nuevo contrato (de suministro) ajustado al nuevo marco regulador del sector eléctrico. A tal fin se constituye una comisión integrada por representantes de ambas partes. La comisión estará integrada por tres representantes de cada parte, y se constituirá y comenzará sus trabajos de inmediato".

Las líneas maestras

El borrador establece también la fecha de entrada en vigor del nuevo contrato a negociar para el primero de enero de 1988 "o, en su caso, desde la fecha de entrada en vigor del referido nuevo marco regulador del sector eléctrico". El Gobierno se ha comprometido a tener las líneas maestras del nuevo marco listas y consensuadas para el mes de noviembre, estimando la entrada en vigor para el primero de enero del próximo año, fecha también establecida para el aumento de tarifas de las compañías eléctricas.Aparte del nuevo contrato de suministro, el borrador, en su punto segundo, resalta el compromiso bilateral de "revisar el contrato actualmente vigente" en los términos que este propio documento inicial establece. A este efecto, el borrador incluye una serie de activos de generación (las centrales adquiridas por ENDESA en los intercambios de activos) para que queden incorporadas al régimen general del contrato, extremo que produciría, según algunas fuentes, un efecto reductor en los precios que aplica ENDESA a las empresas privadas por la energía que suministra. Este efecto reductor no ha sido cuantificado todavía.

La parte más polémica del borrador es la que se refiere a la denominada "energía sustituida", que fue uno de los puntos más controvertidos del arbitraje que realizó el ex ministro de Industria y Energía Joan Majó el 31 de diciembre de 1985, en que fue firmado el nuevo contrato. Por energía sustituida se entiende, en términos genéricos, la parte de energía que ENDESA produce y que, por la actuación de Red Eléctrica, las empresas no necesitan adquirir por disponer de otra más barata. Las empresas, bajo el contrato vigente, se rigen por una fórmula de liquidación para abonar esta energía.

Sobre este punto ha existido un conflicto desde la misma firma del acuerdo, llevado al extremo por algunas empresas, que se han negado a abonar la parte que les corresponde por este concepto. El borrador establece una fórmula de acuerdo, si bien la propia empresa pública advierte que "supone una situación de controversia incompatible con cualquier acuerdo".