Socialistas y peneuvistas discrepan abiertamente en el seno del Ejecutivo vasco sobre el tratamiento de la violencia

El desacuerdo entre peneuvistas y socialistas en torno al tratamiento de la violencia subsiste prácticamente íntegro cuando ha transcurrido medio año desde la firma del acuerdo para gobernar en coalición. Las dos formaciones políticas intentaron ayer restar importancia al enfrentamiento público entre el lehendakari, el nacionalista José Antonio Ardanza, y su vicepresidente, el socialista Ramón Jáuregui, pero las interpretaciones sobre lo sucedido son opuestas y sugieren que las diferencias pueden amenazar la estabilidad del pacto.

El consejero del Interior del Gobierno de Vit...

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El desacuerdo entre peneuvistas y socialistas en torno al tratamiento de la violencia subsiste prácticamente íntegro cuando ha transcurrido medio año desde la firma del acuerdo para gobernar en coalición. Las dos formaciones políticas intentaron ayer restar importancia al enfrentamiento público entre el lehendakari, el nacionalista José Antonio Ardanza, y su vicepresidente, el socialista Ramón Jáuregui, pero las interpretaciones sobre lo sucedido son opuestas y sugieren que las diferencias pueden amenazar la estabilidad del pacto.

El consejero del Interior del Gobierno de Vitoria, Luis María Retolaza, mantuvo anteayer una reunión secreta en Madrid con el ministro del Interior, José Barrionuevo, en un intento de acercar posiciones. Horas después se producía el choque público y el intercambio de notas de desautorización entre la presidencia y la vicepresidencia del Ejecutivo autónomo.

Fuentes nacionalistas del Gobierno vasco atribuyen la crisis a que los socialistas "tienen ganas de bronca y están a no pasar una". Según esta versión, los hombres del Partido Socialista de Euskadi (PSE-PSOE) rivalizan en el tono de dureza ante la proximidad de su congreso, donde los sectores que encabezan José María Benegas y Ricardo García Damborenea se disputarán una vez más la dirección de la organización.

Los peneuvistas consideran nimios los cargos contra el agente de la Ertzaintza (policía autonómica vasca) Pedro Gametxo, detenido hace ocho días en la localidad vizcaína de Bermeo. La airada protesta del consejero del Interior del Gobierno vasco, Luis María Retolaza -informado indirectamente sólo dos horas antes de que la policía del Estado procediera contra el ertzaina-, desencajenó la polémica entre los dos sectores del Ejecutivo y el choque público del miércoles pasado.

Por el contrario, los socialistas siguen cuestionando la voluntad del Partido Nacionalista Vasco (PNV) en la lucha contratados a Gametxo -que aun no se conocen oficialmente- no dejan de ser delictivos por su condición de policía autonómico.

"La Ertzaintza no se implica en la lucha contra el terrorismo por falta de voluntad política de quienes la dirigen", afirman fuentes de la ejecutiva del PSEPSOE. La discrepancia afecta a uno de los capítulos del acuerdo de gobierno de mayor trascendencia para ambos partidos, e implica a Retolaza, un político de gran peso personal en el PNV, que se ha mantenido al frente de la misma cartera desde la constitución del Gobierno autónomo.

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Las quejas del PSE-PSOE sobre el, funcionamiento del Gabinete de coalición fueron expuestas la semana pasada al presidente del PNV, Xabier Arzalluz, por Benegas y por el vicesecretario de los socialistas vascos, Juan Manuel Eguiagaray, durante un encuentro celebrado en Vitoria. El secretario general del PSE y número tres del PSOE celebrará una reunión la semana próxima, en fecha aún no fijada, con el lehendakari Ardanza para consensuar el discurso de éste en el Pleno sobre política general que el Parlamento de Vitoria celebrará el próximo viernes.

La incomunicación política del Gobierno vasco con el Ejecutivo de Madrid se ha acentuado desde que se constituyó el Gabinete de coalición. El lehendakari Ardanza y el presidente del Gobierno central, Felipe González, no han mantenido una sola reunión en los últimos seis meses, a diferencia de lo que sucedía en el último período del Gobierno monocolor nacionalista, cuando se celebraban encuentros regulares.

"Parece que los socialistas interpretan que al estar presentes en el Gabinete ya no hace falta otro tipo de diálogo", explican fuentes próximas a Ajuria Enea, sede de la presidencia del Ejecutivo de Vitoria. Los mismos medios consideran la situación como preocupante, y ponen en duda también la capacidad de los consejeros socialistas para influir definitivamente sobre la política global de su partido en Madrid.

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