La policía brasileña se moviliza ante una convocatoria de paro nacional

Cerca de 60.000 policías controlaron ayer las calles de las principales ciudades de Brasil ante la huelga general convocada por los sindicatos para protestar contra la política económica del Gobierno. En Río de Janeiro la paralización de los servicios del transporte público fue parcial, ya que los autobuses circularon con relativa normalidad, mientras que los funcionarios de los trenes urbanos y metro se adhirieron a la huelga.

La policía informó sobre la detención de cerca de 50 personas, que organizaban piquetes de huelga para impedir la salida de los autobuses de sus garaj...

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Cerca de 60.000 policías controlaron ayer las calles de las principales ciudades de Brasil ante la huelga general convocada por los sindicatos para protestar contra la política económica del Gobierno. En Río de Janeiro la paralización de los servicios del transporte público fue parcial, ya que los autobuses circularon con relativa normalidad, mientras que los funcionarios de los trenes urbanos y metro se adhirieron a la huelga.

La policía informó sobre la detención de cerca de 50 personas, que organizaban piquetes de huelga para impedir la salida de los autobuses de sus garajes.

El sindicato de obreros metalúrgicos, que agrupa a unos 300.000 afiliados, decidió no sumarse al paro en el Estado de Sao Paulo, donde los servicios de transporte funcionan irregularmente.

El líder del sindicato de los metalúrgicos, Luis Antonio Medeiros, consideró esta jornada de protesta como "poco oportuna", dijo que "sólo debilitaría a las direcciones laborales de este país", y denunció que los dirigentes de la Central única de Trabajadores (CUT) y de la Confederación General del Trabajo (CGT) persiguen, con esta huelga, fines políticos antes que sindicales.

Sin la adhesión de los metalúrgicos, que constituyen cuantitativamente el sindicato más importante de Latinoamérica, la huelga laboral brasileña se cumple de forma parcial, con detenciones esporádicas de huelguistas en las principales capitales.

El ministro de Trabajo, Almir Pazzianotto, afirmó que el Gobierno no reprimirá ningún acto de protesta. El presidente de la Central Única de Trabajadores (CUT), Jair Meneguelli, aseguró ayer que la mayoría de los sindicatos brasileños se ha sumado a esta huelga.

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