Cartas al director

Ritos cruentos

Me parece muy interesante la polémica de la que esta sección ha sido escenario acerca de la pertinencia, que a mí me parece del todo incontestable, de una defensa de izquierdas de los ritos Cruentos con animales en España. Se me permitirá a este respecto aportar lo que creo podría ser un criterio clarificador.Digamos que hay dos tipos de situaciones. Por un lado, tenemos que hay culturas donde algunos animales son sacrificados en público y con fines rituales. Estas serían culturas (o prácticas culturales) salvajes o bárbaras, esto es, pertenecientes a un estadio ant...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Me parece muy interesante la polémica de la que esta sección ha sido escenario acerca de la pertinencia, que a mí me parece del todo incontestable, de una defensa de izquierdas de los ritos Cruentos con animales en España. Se me permitirá a este respecto aportar lo que creo podría ser un criterio clarificador.Digamos que hay dos tipos de situaciones. Por un lado, tenemos que hay culturas donde algunos animales son sacrificados en público y con fines rituales. Estas serían culturas (o prácticas culturales) salvajes o bárbaras, esto es, pertenecientes a un estadio anterior o exterior, en cualquier caso inferior, al civilizado. Un país que, como España, albergara actuaciones de esta clase, estaría incluido en esta órbita de subdesarrollo cultural (?).

Por otro lado, tenemos que hay culturas, como la llamada occidental, donde millones de animales son sacrificados de manera oculta y semiclandestina, con fines comerciales o deportivos. Esto correspondería a una sociedad civilizada. Un país como por ejemplo Suiza, donde decenas de miles de animales son viviseccionados para experimentar cosméticos femeninos sería, pues, un buen modelo de país civilizado.

Si es así, no se ve en qué manera el segundo de los niveles culturales es preferible moralmente al primero ni en qué sostiene su presunción de superioridad.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

En cuanto a los argumentos a los españoles para que abandonen sus toscas y groseras costumbres, debe señalarse que son una simple copia de lo que hace dos siglos ofrecía una conocida modalidad de autoritarismo político: el despotismo ilustrado.Joan Gallen

Archivado En