Como una madre

Decir que la alcaldesa de Villaverde de Trucios es como una madre para la mayoría del pueblo puede parecer un tópico, pero el contacto directo entre el poder municipal y los vecinos, en este caso, salta a la vista.Piedad nació en el pueblo, cursó sus estudios en Bilbao y ejerce de maestra en el pueblo vecino de Balmaseda. Es una mujer madura, atractiva, risueña, de carácter reservado. Se presentó en 1983 a las elecciones municipales de la mano del partido socialista. Le atraía la idea de ser alcaldesa -"sentía curiosidad ante una nueva experiencia"-, y le gustó tanto que ha repetido. Su candid...

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Decir que la alcaldesa de Villaverde de Trucios es como una madre para la mayoría del pueblo puede parecer un tópico, pero el contacto directo entre el poder municipal y los vecinos, en este caso, salta a la vista.Piedad nació en el pueblo, cursó sus estudios en Bilbao y ejerce de maestra en el pueblo vecino de Balmaseda. Es una mujer madura, atractiva, risueña, de carácter reservado. Se presentó en 1983 a las elecciones municipales de la mano del partido socialista. Le atraía la idea de ser alcaldesa -"sentía curiosidad ante una nueva experiencia"-, y le gustó tanto que ha repetido. Su candidatura ha sido la más votada. Se sonroja ante la insinuación de que su buena gestión en el mandato anterior ha podido influir en el voto de sus paisanos.

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No habla mucho de política sino de necesidades y sentimientos. Se considera vizcaína y, a la sazón, vasca. Su discurso, sencillo, está salpicado de datos encaminados a concluir que "estamos en Vizcaya". Al finalizar su trabajo vuelve al pueblo y hace una ronda por los bares para indagar si han surgido problemas de última hora. Atiende a unos vecinos mientras degusta un aperitivo. El destrozo que están ocasionando unas yeguas salvajes en las huertas les mantiene en vilo. Piedad quiere dar con los dueños de los animales.

Casi todos los trámites los resuelve en Vizcaya. Sin embargo, reconoce con gesto coqueto que tiene que bañarse en aguas de Santander si quiere ligar bronceado, porque ahí están las playas más cercanas. Es cuestión de práctica.

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