Iran y Francia, al borde de la ruptura diplomática

Irán ha lanzado un ultimátum de 72 horas a Francia para que levante el control policial de la Embajada del régimen islámico en París, donde se refugia Wahid Gordji, y amenaza con romper relaciones diplomáticas si no se atiende su exigencia. Teherán pide, también, que se sancione a los aduaneros que registraron a un diplomático iraní en la frontera suiza y que, según el régimen de Jomeini, fue maltratado por éstos. Francia ha reafirmado su intención de no ceder a lo que considera un chantaje.Gordji no tiene la condición de diplomático (ni, por tanto, inmunidad), a pesar de lo cual es considerad...

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Irán ha lanzado un ultimátum de 72 horas a Francia para que levante el control policial de la Embajada del régimen islámico en París, donde se refugia Wahid Gordji, y amenaza con romper relaciones diplomáticas si no se atiende su exigencia. Teherán pide, también, que se sancione a los aduaneros que registraron a un diplomático iraní en la frontera suiza y que, según el régimen de Jomeini, fue maltratado por éstos. Francia ha reafirmado su intención de no ceder a lo que considera un chantaje.Gordji no tiene la condición de diplomático (ni, por tanto, inmunidad), a pesar de lo cual es considerado el número dos de la Embajada y el jefe del espionaje iraní en Europa. La justicia francesa le reclama para que preste testimonio en relación con la serie de atentados terroristas perpetrados en París el año pasado.

Si vence el ultimátum sin que se haya llegado a una solución satisfactoria, se creará una dificil situación para los 15 franceses actualmente recluidos en su Embajada en Teherán (ocho de ellos, teóricamente protegidos por su condición de diplomáticos) y para los cinco secuestrados por grupos integristas en Líbano.

Uno de los diplomáticos franceses en Teherán, el cónsul Jean-Pierre Torri, es reclamado por un tribunal revolucionarlo slámico bajo las acusaciones de espionaje, auxilo a contrarrevolucionario y tráfico ilegal de drogas, antigüedades y divisas.

El primer ministro francés, Jacques Chirac, convocó anoche una reunión del Consejo de Estado (una especie de Gabinete de crisis) para estudiar la situación.

La convicción generalizada en medios políticos y periodísticos es que el forcejeo está relacionado con la venta francesa de armas a Irak.

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