Cartas al director

Motín en Badajoz

Después de leer diariamente su periódico durante muchos años, uno se acostumbra al estilo pontificante de sus editoriales, y sólo lo acusa cuando le afectan personalmente. Éste es el caso del publicado el día 4 de julio, titulado Alarma en las cárceles.Siguen anclados en el viejo esquema de la progresía: funcionario-represor y preso-pobre víctima del sistema.

La "práctica generalidad" de los funcionarios que trabajamos en contacto con los internos somos posteriores a la ley penitenciaria de 1979, y no hemos conocido, por tanto, otra política, y, por supuesto, aquí nadie valor...

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Después de leer diariamente su periódico durante muchos años, uno se acostumbra al estilo pontificante de sus editoriales, y sólo lo acusa cuando le afectan personalmente. Éste es el caso del publicado el día 4 de julio, titulado Alarma en las cárceles.Siguen anclados en el viejo esquema de la progresía: funcionario-represor y preso-pobre víctima del sistema.

La "práctica generalidad" de los funcionarios que trabajamos en contacto con los internos somos posteriores a la ley penitenciaria de 1979, y no hemos conocido, por tanto, otra política, y, por supuesto, aquí nadie valora como un ataque a nuestros intereses la "nueva política" de respeto a la dignidad humana de los reclusos, etcétera.

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Sólo desde el desconocimiento de lo que es la convivencia en él interior de las cárceles se puede decir semejante bobada. La cárcel no es la jungla, ni es lo que sale en las películas: es una comunidad, sui generis, eso sí, pero comunidad al fin y al cabo- Jefe de servicios de la cárcel Modelo de Valencia.

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