Felipe González y la filosofía de la cohesión
J. M. El presidente del Gobierno, Felipe González, viaja a la cumbre de Bruselas encabezando el sector de dirigentes europeos que más presionan en favor de la cohesión económica y social de la CE, como filosofía clave de las reformas que vayan corrigiendo en un futuro los actuales desequilibrios entre los países del norte y del sur europeos.
En sus numerosas entrevistas con otros dirigentes europeos desde el pasado Consejo celebrado en diciembre en Londres, Felipe González ha insistido siempre en el carácter fundamental de la cohesión como filosofía que impregne todas las reforma...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
J. M. El presidente del Gobierno, Felipe González, viaja a la cumbre de Bruselas encabezando el sector de dirigentes europeos que más presionan en favor de la cohesión económica y social de la CE, como filosofía clave de las reformas que vayan corrigiendo en un futuro los actuales desequilibrios entre los países del norte y del sur europeos.
En sus numerosas entrevistas con otros dirigentes europeos desde el pasado Consejo celebrado en diciembre en Londres, Felipe González ha insistido siempre en el carácter fundamental de la cohesión como filosofía que impregne todas las reformas de la CE de cara a la fecha clave de 1992, cuando está previsto que entre en vigor el mercado único europeo.
Si para entonces, sostiene el jefe del Ejecutivo español, las reformas comunitarias se han limitado a las cuestiones méramente técnicas del día a día -reformas presupuestarias, reforma de la Política Agraria Común-, sin proceder a una reforma en profundidad que permita un sustancial aumento de los recursos y in aumento de los fondos estructurales, los países más débiles de la Comunidad difícilmente podrán reducir las actuales diferencias que mantieten con las naciones ricas del norte euroeo, con lo que quedarán muy menguadas sus posibilidades de competitividad en el futuro mercado único.
La insistencia de sobre la necesidad de desarrollar la cohesión interna, paralelanente, e inaplazablemente, a odas las reformas comunitarias, cuenta con el apoyo y la simpatía de los dirigentes griegos y portugueses, los más cercanos beneficiarios de tales reformas, y en segundo térnino de italianos y franceses, interesados también en equilibrar el peso político de la CE, ictualmente con predominio le los países del norte.