El Ejército peruano dispara al aire para disolver una marcha de policías en huelga

El Ejército peruano disparó ayer al aire en Lima para dispersar una manifestación de policías en huelga que pretendían entrar en el Parlamento. Fuentes militares precisaron que los militares tenían órdenes concretas de mantener la moderación para evitar un incremento de la tensión, salvo en caso de extrema urgencia.Los disparos provocaron una desbandada general por la céntrica avenida Abanicay de policías y peatones. Los soldados contuvieron a los policías, obligándoles a ponerse en cuclillas con las manos en la nuca.

La tensión se alivió cuando el presidente interino del Senado, Guille...

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El Ejército peruano disparó ayer al aire en Lima para dispersar una manifestación de policías en huelga que pretendían entrar en el Parlamento. Fuentes militares precisaron que los militares tenían órdenes concretas de mantener la moderación para evitar un incremento de la tensión, salvo en caso de extrema urgencia.Los disparos provocaron una desbandada general por la céntrica avenida Abanicay de policías y peatones. Los soldados contuvieron a los policías, obligándoles a ponerse en cuclillas con las manos en la nuca.

La tensión se alivió cuando el presidente interino del Senado, Guillermo Larco Cox, jefe de la misión parlamentaria mediadora nombrada por el Gobierno, decidió recibir a una reducida comisión de los manifestantes.

Los policías peruanos que mantienen una huelga desde el viernes por reivindicaciones económicas y de seguridad habían abandonado las comisarías que ocupaban, poco antes de que, en la medianoche del domingo (madrugada de ayer en España), expirara el plazo dado por el Gobierno para iniciar una intervención militar contra los amotinados.

Portavoces de los huelguistas, casi todos suboficiales de las tres fuerzas policiales peruanas, indicaron que desalojaban las comisarías porque no querían "hacerle el juego al Gobierno", pero aseguraron que a primeras horas de hoy volverían a sus protestas.

El domingo por la noche, pocas horas antes de que se cumpliera el ultimátum, el área del palacio de Gobierno, en el centro de Lima, estaba acordonada por tropas de infantería y blindados.

En esa zona se registró el principal incidente de los tres días de huelga, cuando policías que ocupaban una comisaría abrieron fuego al paso del automóvil del presidente Alan García, según un comunicado oficial.

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El ultimátum para que la policía depusiera su actitud se cumplió en la medianoche del domingo, una hora antes de la entrada en vigor del toque de queda.

Tropas de elite aerotransportadas y unidades de blindados fueron puestas en estado de alerta para cumplir la intervención contra los policías huelguistas anunciada por el Gobierno.

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