Los surafricanos de color que viven en zonas blancas tienen que, irse a "áreas grises"

Miles de negros, indios y personas de color que viven ilegalmente pero con esperanza en las áreas residenciales de blancos afrontan la expulsión y confiscación de sus propiedades, con una nueva ley que les obliga a vivir en áreas grises (zonas residenciales en las que se autoriza a vivir tanto a blancos como a personas de otras razas).

La aplicación de la ley comenzó incluso antes de celebrarse las últimas elecciones, que confirmaron un corrimiento, a la derecha del electorado blanco.Piet Badenhorst, subsecretario de Desarrollo Constitucional, confirmó el lunes que su departament...

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Miles de negros, indios y personas de color que viven ilegalmente pero con esperanza en las áreas residenciales de blancos afrontan la expulsión y confiscación de sus propiedades, con una nueva ley que les obliga a vivir en áreas grises (zonas residenciales en las que se autoriza a vivir tanto a blancos como a personas de otras razas).

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La aplicación de la ley comenzó incluso antes de celebrarse las últimas elecciones, que confirmaron un corrimiento, a la derecha del electorado blanco.Piet Badenhorst, subsecretario de Desarrollo Constitucional, confirmó el lunes que su departamento está ejecutando la política vigente. "El Gobierno ha comenzado a ser más estricto, porque cada vez más gente (negros, mestizos e indios) está llegando a áreas reservadas para blancos". Gran parte de ellos están casados con una persona blanca.

La ley de Áreas de Grupo, piedra angular del apartheid, que establece dónde puede vivir cada grupo étnico o racial, prohíbe a la gente de color alquilar o comprar propiedades en áreas sólo para blancos. Pero, previendo una sentencia favorable acerca de la ley por parte del Consejo Presidencial -el más importante cuerpo de asesores de Suráfrica-, no ha habido persecuciones durante los últimos tres años. A finales del año pasado, el informe del Consejo fue- inesperadamente dejado en suspenso. Miles de no blancos -estimados en unos 45.000- viven ilegalmente en HilIbrow, una zona altamente poblada en Johanesburgo, y en Woodstock, óerca de Ciudad del Cabo. Muchos negros e indios con dinero han adquirido sin mucho ruido y frecuentemente a través de hombres de paja propiedades en suburbios de blancos en las principales ciudades.

Durante la reciente campaña electoral, los ministros y el propio presidente, Pieter W. Botha, reiteradamente hablaban de "proteger nuestras propias áreas".

El ministro del Interior, Frederik de Klerk, advirtió recientemente contra las violaciones de las leyes y Badenhorst dijo que el Gobierno "no puede seguir cerrando los ojos ante los negros que viven en áreas de blancos".

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En la última semana, más de un centenar de propietarios de color en zonas exclusivas para blangos han recibido notificaciones del Departamento de Desarrollo Constitucional ordenándoles que las abandonen en un plazo de tres meses.

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