Los príncipes de Gales realizaron un recorrido histórico y cultural por Salamanca

ENVIADO ESPECIALLos príncipes de Gales, Carlos y Diana, completaron su tercer día en España con una visita de carácter histórico-cultural a Salamanca. El recuerdo de Wellington y las comparaciones con Cambridge marcaron una jornada en la que el príncipe de Gales se mostró muy interesado por la monumentalidad histórica que traspasa cualquier rincón de esta ciudad. El alcalde salmantino, el socialista Jesús Málaga, pronunció un discurso en el que pudo valorar, por comparación con la británica, el preponderante papel político de la Monarquía española.

Málaga resaltó también el valor del Es...

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ENVIADO ESPECIALLos príncipes de Gales, Carlos y Diana, completaron su tercer día en España con una visita de carácter histórico-cultural a Salamanca. El recuerdo de Wellington y las comparaciones con Cambridge marcaron una jornada en la que el príncipe de Gales se mostró muy interesado por la monumentalidad histórica que traspasa cualquier rincón de esta ciudad. El alcalde salmantino, el socialista Jesús Málaga, pronunció un discurso en el que pudo valorar, por comparación con la británica, el preponderante papel político de la Monarquía española.

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Málaga resaltó también el valor del Estado autonómico español, en el día de la comunidad castellano-leonesa, además de subrayar los elementos culturales de esta ciudad a través de la figura de Cervantes, en el día del libro, sin olvidar alusiones a Shakespeare.Los príncipes de Gales llegaron a Salamanca en helicóptero desde Madrid, acompañados por. las infantas Cristina y Elena. En el ayuntamiento fueron recibidos por la corporación y el alcalde leyó un discurso, mientras un traductor situado junto al príncipe Carlos trasladaba a su idioma, en voz baja, el texto. Jesús Málaga aludió al "hegemonismo del inglés" como producto "de tantos y tantos pensadores que llenan páginas enteras de la historia de la humanidad". A renglón seguido recordó: "en mi país nuestros soberanos, los Reyes de España, son también un feliz ejemplo de arbitraje, moderación y estímulo para todos los españoles". Y añadió: "el príncipe de Asturias y las infantas doña Elena y doña Cristina aseguran una continuidad y un futuro esperanzadores para nuestro pueblo".

El alcalde subrayó también que. ayer se celebraba el día de la autonomía castellano-leonesa y que con ello se celebraba "el paso de un Estado centralista a uno política y administrativamente descentralizado, de un Estado autoritario a un Estado democrático y de derecho".

Por fin, aludió a la celebración del día del libro refiriéndose a "vuestro Shakespeare y nuestro Cervantes, pues ellos y sus obras trascendieron de tal modo nuestras fronteras que ambos son patrimonio de la humanidad".

El príncipe Carlos, rompió en cierto modo el protocolo al olvidar el texto escrito que tenía preparado, para improvisar, apoyándose en unas pequeñas fichas, un discurso de agradecimiento, que pronunció interrumpiéndose frase por frase mientras un traductor convertía al castellano su contenido. Carlos de Inglaterra agradeció con notable entusiasmo la acogida que le dispensaba Salamanca, aludió a WeIlington y a la presencia en esta ciudad hace 170 años de soldados británicos que luchaban junto a los españoles y, no olvidó mencionar a la universidad de Cambridge, para calificarla como la más antigua del mundo, junto con la de Salamanca.

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Los príncipes visitaron luego las catedrales, acompañados por el obispo Mauro Rubio, y los museos Municipal y Diocesano. De allí acudieron a la universidad, donde visitaron el aula de Fray Luis de León, la biblioteca y departieron con un grupo de estudiantes. La visita concluyó con un almuerzo en el colegio mayor Fonseca, el de mayor tradición entre los universitarios salmantinos.

Los príncipes de Gales y las infantas regresaron a Madrid en helicóptero y, a primeras horas de la noche, acudieron a una cena en la embajada británica. Como una muestra más del carácter privado de esta visita, por más que esté resultando llena de gestos cordiales, los Reyes de España no acudieron a la cena.

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