Biólogos de todo el mundo estudian una planta de 160 millones de años

Doscientos biólogos especialistas en botánica de todo el mundo se han reunido el pasado fin de semana en la localidad francesa de Banlieu-sur-Mer para estudiar la cicadácea, una tipo especial de palma, que podría tener 160 millones de años.Esta planta, contemporánea de los dinosaurios, ha evoluci9nado muy lentamente desde la prehistoria y ha visto desaparecer o evolucionar a las especies animales y vegetales después de la aparición de los continentes. En la actualidad están registradas 150 especies diferentes de la cicadácea en todo el mundo, aunque el número real de plantas de este tipo es mu...

Doscientos biólogos especialistas en botánica de todo el mundo se han reunido el pasado fin de semana en la localidad francesa de Banlieu-sur-Mer para estudiar la cicadácea, una tipo especial de palma, que podría tener 160 millones de años.Esta planta, contemporánea de los dinosaurios, ha evoluci9nado muy lentamente desde la prehistoria y ha visto desaparecer o evolucionar a las especies animales y vegetales después de la aparición de los continentes. En la actualidad están registradas 150 especies diferentes de la cicadácea en todo el mundo, aunque el número real de plantas de este tipo es muy reducido.

La segunda originalidad de esta planta que contribuye a la fascinación de los especialistas reside en que su crecimiento es muy lento. Algunas de las variedades de esta palma necesitan cuatro o cinco siglos para crecer apenas un metro.

Además, este "fósil viviente", como lo han llamado los especialistas, tiene un sistema muy arcaico de reproducirse. En algunas especies de cicadácea la planta hembra sólo puede recibir los granos machos durante ocho días al año. Por ello necesita tener cerca un compañero macho. Una clase de estas plantas descubierta en Suráfrica por el biólogo Midley Cod en 1895 está condenada al celibato porque han desaparecido todas las plantas hembras.

Las roturaciones de terrenos, los incendios de maleza, los cambios de climas y la acción directa de animales y de los pyopios habitantes de las zonas donde se encuentran las citadas plantas constituyen una amenaza que puede hacer desaparecer lo que es una reliquia del pasado.