El Parlamento chino bloquea una ley de reforma de la dirección de las empresas

El Parlamento chino ha anunciado que un proyecto de ley de reforma de la dirección de las empresas, decisivo para el mantenimiento de la línea de apertura económica del país, no será debatido en la próxima sesión de la Asamblea. Este anuncio representa un golpe severo para el nuevo secretario general del Partido Comunista Chino, el primer ministro Zhao Ziyang.

"Es un desafío", estimó un diplomático occidental, al comentar el anuncio hecho ayer por la agencia Nueva China de que "el Comité Permanente de la Asamblea Nacional Popular (Parlamento) había decidido no someter el proyecto de ley...

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El Parlamento chino ha anunciado que un proyecto de ley de reforma de la dirección de las empresas, decisivo para el mantenimiento de la línea de apertura económica del país, no será debatido en la próxima sesión de la Asamblea. Este anuncio representa un golpe severo para el nuevo secretario general del Partido Comunista Chino, el primer ministro Zhao Ziyang.

"Es un desafío", estimó un diplomático occidental, al comentar el anuncio hecho ayer por la agencia Nueva China de que "el Comité Permanente de la Asamblea Nacional Popular (Parlamento) había decidido no someter el proyecto de ley a debate en la sesión de la ANP", que debe reunirse en pleno el próximo miércoles.Los miembros del Parlamento se encuentran abiertamente divididos acerca de este proyecto, que pretende que los directores de las empresas pasen a ser los verdaderos patronos de las decisiones de gestión.

El sistema de responsabilidad de los directores, punto central de esta reforma legal, seguirá conservando así el carácter experimental que tiene desde hace tres años, y no recibirá ningún tipo de sanción legal, a pesar de que la propia ANP ha reconocido ya su "fiabilidad".

Los observadores estiman que al decidir este bloqueo los miembros del Parlamento no han dudado en presentarse como los guardianes intransigentes de la ortodoxia, frente a la dinámica reformadora lanzada a partir de 1978 por Deng Xiaoping y puesta en práctica por su primer ministro, Zhao Ziyang.

Otro diplomático occidental ha opinado que la ANP, bastión de la vieja guardia comunista, presidida por Peng Zhen, ex alcalde de Pekín, de 85 años, acaba de demostrar que ni Deng ni Zhao son suficientemente fuertes como para imponer una reforma que ha sido calificada oficialmente de "capital".

El sistema de responsabilidad de los directores debería permitir el surgimiento de una elite económica en China, en consonancia con los, deseos de Deng, que en 1985 declaró que este problema es "primordial para las reformas".

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