Katsuya Sano

Estudiante de español, ha dirigido tres obras de Garcia Lorca en Tokio

Katsuya Sano tiene 26 años y es estudiante del cuarto y último curso de español en la universidad de Estudios Extranjeros de Tokio. Su interés por el dibujo y la obra de Picasso, Dalí y Miró le puso en contacto con la cultura española y le llevó a dirigir una compañía de estudiantes que ha representado tres obras de Lorca en Tokio. Su vida, afirma, transcurre de manera semejante a la de la mayoría de los jóvenes españoles, aguardando el fin de semana para abandonar el quehacer cotidiano y acudir a alguna discoteca. Ahora su sueño es representar a Lorca en Granada y Sevilla.

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Katsuya Sano tiene 26 años y es estudiante del cuarto y último curso de español en la universidad de Estudios Extranjeros de Tokio. Su interés por el dibujo y la obra de Picasso, Dalí y Miró le puso en contacto con la cultura española y le llevó a dirigir una compañía de estudiantes que ha representado tres obras de Lorca en Tokio. Su vida, afirma, transcurre de manera semejante a la de la mayoría de los jóvenes españoles, aguardando el fin de semana para abandonar el quehacer cotidiano y acudir a alguna discoteca. Ahora su sueño es representar a Lorca en Granada y Sevilla.

Katsuya está muy interesado en conocer la opinión de la crítica y del público españoles sobre el trabajo escénico de La Barraquilla, nombre que recibe su grupo teatral, en homenaje al propio García Lorca. "Nosotros trabajamos igual que se hacía en La Barraca, nos reunimos y comentamos las obras y la marcha del trabajo".En noviembre de 1985 los actores de La Barraquilla se propusieron llevar a cabo el programa Cuatro días de Federico García Lorca, que estrenaría, seis meses más tarde, en la primavera de 1986, aprovechando el cincuentenario de la muerte del poeta.

Katsuya dedica ahora sus vacaciones a visitar Granada y Sevilla para entrevistarse con responsables culturales y sopesar las posibilidades de actuar en España. En Sevilla se ha alojado en casa de Reigi Nagakawa, escritor y traductor al japonés de Shakespeare y Joyce, y en Granada ya ha tomado contacto con Juan de Loxa, director de la Casa-Museo de García Lorca, y con Manuel Fernández-Montesinos, secretario de la fundación que lleva el nombre del poeta. Está convencido de que ambos están muy interesados con el proyecto.

El programa teatral comprende la puesta en escena de La casa de Bernarda Alba, Bodas de sangre y Yerma, cosa que fue posible gracias al trabajo de los 53 actores de la compañía, todos ellos estudiantes de edades comprendidas entre los 18 y 26 años, y los 50 técnicos, algunos de los cuales eran profesionales que colaboraron con el proyecto gratuitamente.

En tres meses de ensayos a marchas forzadas, los actores de La Barraquilla aprendieron los textos en castellano y se desenvolvían con naturalidad por el escenario.

Durante las representaciones, para que el público comprendiera la acción, se proyectaban subtítulos sobre una pantalla al lado del escenario. Las obras, en colaboración con la Embajada de España, se estrenaron en el centro cultural Itabashi Bunca Kaican, y la acogida del público fue "muy buena". Katsuya lo achaca a que la obra de Lorca es de fácil asimilación por el público japonés, "las situciones y problemas reflejados en estas tres obras son los mismos que describen sus contemporáneos japoneses. Además, el medio rural de la época es semejante al del Japón de entonces".

Katsuya admite "la moda por lo español" que desde hace años persiste en Japón, si bien asegura que ya no se conoce este país "sólo por el flamenco y los toros, sino que hay un interés más profundo por la cultura y la literatura".

Mientras tanto, Katsuya se siente satisfecho de sus avances con el idioma, y tras este viaje a España asegura ser "más o menos" capaz de acometer la lectura del Quijote.

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