Graves anomalías en la contabilización de los intereses bancarios de la Generalitat

La contabilización de los intereses que generaron las 81 cuentas bancarias de la Generalitat de Cataluña durante 1984 presenta serias anomalías, según los datos del informe de la Sindicatura de Cuentas autonómica, las indagaciones efectuadas por un diputado aliancista y posteriores averiguaciones. En la liquidación de 1984, el Gobierno de Pujol declaró haber recaudado 427 millones de pesetas en concepto de intereses, pero el informe de los síndicos estima que casi todos esos intereses corresponden a ejercicios anteriores. Durante los últimos años, la Generalitat ha dispuesto de un saldo establ...

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La contabilización de los intereses que generaron las 81 cuentas bancarias de la Generalitat de Cataluña durante 1984 presenta serias anomalías, según los datos del informe de la Sindicatura de Cuentas autonómica, las indagaciones efectuadas por un diputado aliancista y posteriores averiguaciones. En la liquidación de 1984, el Gobierno de Pujol declaró haber recaudado 427 millones de pesetas en concepto de intereses, pero el informe de los síndicos estima que casi todos esos intereses corresponden a ejercicios anteriores. Durante los últimos años, la Generalitat ha dispuesto de un saldo estable de por lo menos unos 350 millones por intereses ingresados, pero no contabilizados.

La mayoría de los 846 millones ingresados en concepto de intereses de las cuentas bancarias de la Generalitat entre 1984 y 1985 corresponde a ejercicios anteriores. Fuentes del Departamento de Economía y Hacienda, que encabeza Josep Maria Cullell, insisten en que "casi todos los intereses contabilizados en 1984 corresponden al citado ejercicio". Cullell manifestó a este periódico que no existía ningún tipo de irregularidades en esta materia y que todo el conflicto se centra en la diferencia de criterios contables entre el Departamento de Economía, que utiliza el criterio de caja, es decir, contabiliza cuando recibe una orden de ingreso del banco, y el de la Sindicatura, que adopta el del devengo, es decir que sii deben contabilizar cuando se generan los derechos.El hecho de que la mayoría de las entidades bancarias abona los intereses trimestralmente y lo comunica pocos días después, según han reconocido tanto la Sindicatura como el Departamento de Economía, hace difícil encontrar una razón que justifique el fenómeno de estos atrasos contables, a veces superiores a dos años, sea cual sea el criterio utilizado. Al parecer, este desfase entre las cantidades abonadas por los bancos y las efectivamente contabilizadas por la conselleria se eleva a varios cientos de millones en cada uno de los ejercicios de 1982, 1983 y 1984.

Expertos consultados señalan que, aunque las cantidades ingresadas y contabilizadas coincíden en cifras absolutas, se refieren a operaciones distintas. Es decir, se contabilizan cantidades similares pero correspondientes a uno, dos o tres ejercicios anteriores. Ello supone que hay un baile de varios cientos de millones de pesetas no controlado.

Recurso al Constitucional

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Las anomalías señaladas inicialmente por la Sindicatura de Cuentas fueron recogidas y puestas de relieve posteriormente el pasado 7 de noviembre por un diputado aliancista en el Parlamento catalán, Josep Curto, quien solicitó al conseller Cullell fotocopias de los extractos de las cuentas bancarias de la Generalitat. Cullell desvió a Curto hacia la Sindicatura de Cuentas, que respondió que la entidad "no dispone de los extractos de cuentas bancarias que solicitáis, aunque conserva los documentos de trabajo en los que se recoge el resultado del examen y comprobación de los extractos citados".

Posteriormente, tras el frustado intento de investigar esta documentación en el Departamento de Economía con ayuda de algunos expertos, el diputado Josep Curto anunció su propósito de presentar un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional para investigar este apartado de la contabilidad de la Generalitat. Curto manifestó ayer que confía en poder presentar su recurso hacia el próximo 20 de abril, una vez consiga la documentación previa necesaria. Este diputado aliancista ha recibido numerosas invitaciones de desistir de sus investigaciones. Incluso el ex presidente de AP Manuel Fraga recibió peticiones para

que Curto no ahondale en el tema, pero decidió desoirlas.

Las primeras contradicciones aparecen ya por las notables diferencias entre las cantidades presupuestadas en concepto de intereses y las efectivamente recaudadas, como se desprende del cuadro adjunto. Así, en 1981, la Generalitat presupuestó 500.000 pesetas de ingresos por intereses, y luego recaudó más de 52 millones de pesetas. En 1982 se presupuestó un millón y se recaudaron 631. La liquidación de estos ingresos se hizo en marzo de 1983 y, en mayo de este mismo año, cuando el Gobierno catalán aprobó el proyecto de presupuestos de 1983, volvió a presupuestarse únicamente un millón por el mismo concepto, sin tener en cuenta la recaudación real del ejercicio anterior. Los ingresos reconocidos de 1983 fueron de 418 millones de pesetas.

A partir de 1984 las cosas cambiaron. El presupuesto de este ejercicio no fue presentado al Parlament hasta el 19 de octubre de 1984, es decir cuando el ejercicio ya estaba casi vencido Las previsiones de ingresos por intereses fueron de 600 millones de pesetas. La razón del cambio venía forzada por los hechos. Unos días antes, el 1 de octubre de 1984, se presentó la liquidación del primer semestre con una recaudación de 316 millones y ya hubiera resultado absurdo volver a presupuestar un millón cuando en medio año se habían recaudado más de 300.

Ingreso por error

Pero también en este ejercicio fallarion las previsiones. De los 600 millones de pesetas previstos se recaudaron oficialmente 427 millones. Además, resulta que en los nueve primeros meses se recaudó más (450 millones) que en todo el año (427 millones). La explicación que da ahora la Intervención General de la Generafitat es que una entidad bancaria ingresó por error 49 millones en agosto, y que luego, en octubre, se corrigió devolviendo 43 millones que había abonado equivocadamente. Esta versión explica parte de la contradicción absoluta que se había creado, la de que se hubieran obtenido más intereses en nueve meses que en 12, sabiendo que no hay intereses negativos. Sin embargo, una vez practicada esta corrección, para los expertos consultados continúa siendo sorprendente que en el cuarto trimestre de 1984 sólo se hubieran ingresado 20 millones por intereses.

En su informe, los síndicos afirman que el saldo medio de todas las cuentas bancarias de la Generalitat, incluyendo los depósitos del Banco de España, fue de 7.499 millones de pesetas. En manifestaciones posteriores, los síndicos admitieron que la rentabilidad media era del 8,5%. Por lo tanto, los intereses reales generados en 1984 fueron de 637 millones de pesetas. Entre 1984, 1985 y 1986 se presupuestaron 2.500 millones de ingresos en intereses y se recaudaron 1.315 millones.

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