La industria de defensa española propone una mayor coordinación con las necesidades militares

España produjo a lo largo del pasado año armamento valorado en más de 200.000 millones de pesetas, pero la cifra es inferior en unos 30.000 millones con respecto a la registrada el año anterior, que osciló entre 225.000 millones y 230.000 millones de pesetas, según datos de los fabricantes. Fuentes del sector, que emplea a más de 35.000 personas, aseguran que existe una crisis en el mismo debido a la falta de coordinación con el Ministerio de Defensa a la hora de determinar con antelación las necesidades de los ejércitos españoles y de fijar criterios concretos para la exportación. Las ventas ...

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España produjo a lo largo del pasado año armamento valorado en más de 200.000 millones de pesetas, pero la cifra es inferior en unos 30.000 millones con respecto a la registrada el año anterior, que osciló entre 225.000 millones y 230.000 millones de pesetas, según datos de los fabricantes. Fuentes del sector, que emplea a más de 35.000 personas, aseguran que existe una crisis en el mismo debido a la falta de coordinación con el Ministerio de Defensa a la hora de determinar con antelación las necesidades de los ejércitos españoles y de fijar criterios concretos para la exportación. Las ventas al exterior en 1986 fueron de unos 100.000 millones de pesetas -unos 28.000 millones menos que en 1985-, pero en los dos últimos años las empresas privadas han exportado más que las públicas. En 1985, el 53% de las exportaciones correspondió a empresas privadas.

Tras la integración de las fábricas militares de Trubia, Valladolid, Murcia y La Marañosa -hasta ahora dependientes de la Dirección General de Armamento y Material (DGAM), del Ministerio de Defensa- en la Empresa Nacional Santa Bárbara, las empresas españolas productoras de armas pueden dividirse en tres grupos. El primero lo componen las empresas que forman la División de Defensa del Instituto Nacional de Industria (INI), como las empresas nacionales Santa Bárbara, Bazán y Construcciones Aeronáuticas SA (CASA). El segundo grupo lo integran otras empresas del INI con una importante producción en material militar, como son las empresas nacionales de Autocamiones (ENASA), de Electrónica y Sistemas (INISEL) y de óptica (ENOSA).El tercer grupo es el correspondiente a las empresas privadas, entre las que destacan Explosivos Alaveses, Esperanza y Cía., Instalaza, Astra, Star, Ceselsa, Ibermisil -de reciente creación- y Talbot.

Según el balance del INI, en 1985, último publicado, las tres empresas citadas de la División de Defensa exportaron durante ese año un total de 46.169 millones de pesetas 217 millones.

Bazán, que atraviesa grandes dificultades y cuyas pérdidas en 1985 sobrepasaron los 13.000 millones de pesetas, exportó en 1985 por valor de 4.581 millones, apenas el 7% de su facturación. Patrulleros y corbetas de Bazán son exportados a unos ocho países, entre ellos Marruecos, país con el que el pasado octubre entró en vigor un contrato para la venta de seis patrulleros por un importe total de 13.000 millones de pesetas.

Las dificultades marcan también a Santa Bárbara, que en 1985 perdió más de 7.000 millones de pesetas y con un excedente laboral cercano a los 2.000 empleados. A ello debe añadirse que la empresa estuvo prácticamente sin guía desde la dimisión de su anterior presidente, Manuel Esteve, en agosto de 1986, hasta el pasado diciembre, en que el Gobierno designó al actual presidente, Juan Luis Ruiz Núñez. En 1985 la empresa exportó material por un importe de 6.661 millones de pesetas, siendo su facturación de 18.634 millones.

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Problemas de Santa Bárbara

Muestra de los problemas de Santa Bárbara puede ser el hecho de que la empresa perdiese, en febrero de 1986, un contrato para la venta de 500 ametralladoras ligeras Ameli de 5,56 milímetros para la Marina de Estados Unidos, que se inclinó por una oferta de Singapur.

Santa Bárbara, que fabrica el lanzacohetes Teruel, el carro de combate AMX-30 -bajo licencia francesa-, cañones sin retroceso, ametralladoras y fusiles, exporta a unos 21 países, entre ellos Chile, Egipto, Libia, Marruecos, Nicaragua y Túnez. La empresa también ha suministrado, al menos hasta finales de 1983, cañones y munición de diverso tipo a Irán. Santa Bárbara posee el 100% de las acciones de CETME, compañía dedicada básicamente a la fabricación de ametralladoras y fusiles de asalto, que en 1985 exportó por un valor de 82 millones de pesetas, un 3,6% de su facturación.

Construcciones Aeronáuticas SA (CASA) es, de las tres empresas de la división, la única cuyos resultados fueron positivos en 1985, con unos beneficios de 1.638 millones de pesetas. Sus exportaciones ascendieron dicho año a 34.927 millones de pesetas, un 74% de su facturación. CASA produce el famoso avión de transporte C-212 Aviocar, del que, a fines de 1986, había vendido en el extranjero 396 unidades.

Por su parte, el grupo INISEL, de la división de Electrónica e Informática del INI, vende en productos militares unos 15.000 millones de pesetas, más de la mitad de las ventas totales del grupo.

Las empresas privadas del sector exportaron armas en 1985 por cerca de 66.000 millones de pesetas, frente a unos 59.000 de las públicas. Por su volumen de ventas destacan Gamesa, Expal, Esperanza y Cía. e Instalaza.

Esperanza y Cía., fabricante de morteros y de munición para los mismos, factura anualmente unos 3.000 millones de pesetas, de los que un 70% proceden de las ventas al exterior. Actualmente está pendiente de la decisión de un concurso para adjudicar morteros de 120 milímetros al Ejército de Estados Unidos, por un valor aproximado de 10.000 millones de pesetas.

Talbot ha desarrollado el sistema anticarro Cazador, que interesa a diversos países árabes, y fabrica componentes y motores para vehículos militares. Su división de defensa exportó en 1985 por valor de 375 millones de pesetas.

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