Tribuna:LA CIUDAD DE TRES CANTOS

De la utopía a la realidad

Tres Cantos es el nombre que recibió en 1971 el proyecto de creación de una nueva ciudad en la que se preveía construir 36.000 viviendas, una zona industrial y el equipamiento social necesario para hacer de ella una ciudad autosuficiente. El proyecto se gestó en los años del desarrollismo, cuando se presumía que el crecimiento de Madrid continuaría con un ritmo similar al de los sesenta. La crisis económica y la consiguiente paralización de Madrid como polo de atracción de población hicieron replantear el primitivo proyecto, que ha pasado de una previsión de 150.000 habitantes a sólo 40.000.El...

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Tres Cantos es el nombre que recibió en 1971 el proyecto de creación de una nueva ciudad en la que se preveía construir 36.000 viviendas, una zona industrial y el equipamiento social necesario para hacer de ella una ciudad autosuficiente. El proyecto se gestó en los años del desarrollismo, cuando se presumía que el crecimiento de Madrid continuaría con un ritmo similar al de los sesenta. La crisis económica y la consiguiente paralización de Madrid como polo de atracción de población hicieron replantear el primitivo proyecto, que ha pasado de una previsión de 150.000 habitantes a sólo 40.000.El área de Tres Cantos tiene una extensión de 17 km2. Está situada al sur del municipio de Colmenar Viejo y al norte del de Madrid, entre los kilómetros 19 y 24 de la autovía Madrid-Colmenar. La mayor parte de la misma pertenece al primero de los municipios citados, y sólo una parte, la del monte de Viñuelas, al de Madrid. Antes de ser expropiadas las tierras, algunos avispados desatan una considerable especulación comprándoselas a los agricultores.

De la realización del proyecto se encarga la empresa pública Tres Cantos, SA, que actúa de promotora. El Ayuntamiento de Colmenar Viejo apenas presta servicios en- Tres Cantos, y los pocos que presta lo hace de forma muy deficiente. Existe un recelo mutuo entre dicho Ayuntamiento y la empresa promotora; los vecinos están muy insatisfechos con los pocos servicios que les presta el Ayuntamiento, al que, por otra parte, pagan religiosamente sus impuestos y tasas locales. La actitud de éstos frente a Tres Cantos, SA, es muy favorable, en particular desde que es dirigida por Ramón Romo.

De abandono al esplendor

La edificación de viviendas se inicia en 1977, en plena crisis económica. Ante la falta de respuesta de las inmobiliarias, se opta por las cooperativas. El desenvolvimiento de éstas, debido a los consabidos problemas de dirección, gestión, financiación, etcétera, ha sido muy difícil. No pocas fracasan en su intento (de forma total, han sido 18), originando un gran perjuicio económico y social a sus miembros. De todas formas, una mayoría, mal que bien, logra salvar la situación.En 1982, cuando estaban construidas o en fase muy avanzada cerca de 4.000 viviendas y un 20% de la zona industrial, el primitivo proyecto de Tres Cantos se vislumbra como irrealizable. Ante esta situación límite -y tras considerar todo tipo de alternativas-, en 1983, el Gobierno socialista se plantea el tema y reconduce la situación. Las novedades que se introducen son: reducción de 36.000 a 10.000 viviendas, instalación de un Parque Industrial de Tecnología Avanzada (PITA) y la construcción de la empresa ATT en la zona occidental de la autovía.

El anuncio de la llegada de la ATT, la importante actividad desplegada por la Comunidad Autónoma y la buena dirección de Tres Cantos, SA, todo ello arropado por los generosos beneficios de la ZUR, dan un cambio radical a la situación, en particular a la zona industrial.

Dicha zona tiene una extensión de 268 hectáreas (129 si se excluye la de ATT, a la que se le reserva un total de 140, de las que sólo va a ocupar un 10%). Es, con toda probabilidad, la más importante de las existentes en la región, tanto por su proximidad y buenas comunicaciones con la capital como por las características de su infraestructura. El suelo industrial disponible, que era el 80% en 1984, se ha agotado en sólo dos años; hoy, más de 20 proyectos están a la espera de su posible ubicación por falta de terrenos, entre ellos una fábrica de componentes electrónicos de Ford.

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El número total de empresas previsto es de unas 160, de las cuáles la tercera parte ya están terminadas o en proceso de construcción. La inversión rondará los 80.000 millones de pesetas, y el empleo girará en tomo a los 10.000 puestos de trabajo.

Tres alternativas

El campo de actividades de las empresas de Tres Cantos va desde las alimentarias y químicas a las de construcción de maquinaria, electrónica o informática. Al predominar los procesos de alta tecnología, la investigación constituirá probablemente la principal , de las actividades. En conexión con este hecho hay que añadir también la propia universidad Autónoma, y, fundamentalmente, los nuevos centros de investigación que en este recinto está construyendo el CSIC.La población actual de Tres Cantos es de unas 12.000 personas. Predominan los matrimonios menores de 40.años con una media de dos hijos. El nivel cultural y de ingresos es medio-alto.

Despejadas las principales incógnitas sobre la realización del proyecto, el problema que ahora comienza a plantearse es el del futuro político y administrativo de la ciudad. Se barajan tres alternativas: continuar como hasta el presente, dependiendo de Colmenar Viejo, integrarse en Madrid o constituir un municipio independiente.

La comunidad autónoma ha encargado a un consulting privado un estudio sobre la viabilidad presente y futura de Tres Cantos. De él se desprenden tres conclusiones importantes: a) que Tres Cantos es actualmente un negocio muy saneado para Colmenar; b) si fuese absorbido por Madrid, la carga fiscal del contribuyente de esta ciudad se incrementaría, y c) que en el supuesto de ser municipio independiente, no tendría problemas económicos para financiar los servicios públicos propios de su Ayuntamiento.

Tomando en consideración estas conclusiones, cada una de las alternativas antes citadas es defendida -todavía de forma no muy explícita- por las diferentes instancias implicadas. La opción de continuidad en Colmenar Viejo es la postura de la corporación municipal (y probablemente la que defenderán algunos partidos políticos en las próximas elecciones municipales, aunque disfrazada de cierta descentralización). La alternativa de incorporación a Madrid es la propiciada hasta ahora por la comunidad autónoma. La opción de constituir un municipio independiente es la defendida mayoritariamente por los vecinos de Tres Cantos.

El juicio reflexivo que cada una de tales alternativas nos merece es el siguiente:

La alternativa de continuidad es la única que lógicamente ha sido posible hasta el momento, pero no tiene por qué serlo en el futuro. La ciudad está enclavada en el término municipal de Colmenar Viejo, pero ambos núcleos de población tienen poco en común. Colmenar Viejo es un pueblo de amplia reigambre histórica que a lo largo del tiempo ha ido creando sus propias formas de convivencia partiendo de una sociedad básicamente rural. Tres Cantos ha sido concebido por una decisión política para descongestionar Madrid. Su concepción urbanística, industrial y de servicios, así como la actividad económica de sus habitantes, la configuran como una ciudad cuyas formas de convivencia son ciertamente distintas a las de Colmenar. Evitar todo tipo de problemas entre ambos núcleos debe constituir un objetivo común en bien de las buenas relaciones de vecindad. Colmenar no ha sido responsable de la creación de Tres Cantos, pero sí lo está siendo en parte de su gestión y administración, y esto está originando ya fricciones y malentendidos que deben clarificarse con el fin de solucionarlos.

La opción de pasar a depender de Madrid parece que debe ser descartada. Madrid es una ciudad con problemas municipales complejos y distintos a los de Tres Cantos; les separa una distancia de 24 kilómetros y Tres Cantos tendría la consideración de barrio residencial.

La alternativa que se vislumbra como más lógica y viable es la de constituir un municipio independiente. Lo importante es determinar cuándo, cómo y de qué forma debe hacerse la segregación.

Donato F. Navarrete es catedrático de Estructura Económica de la universidad Autónoma. Mónica Egea es profesora de Sociología de la universidad Complutense.

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