Agresividad y nervios en la coalición de Gobierno italiana

Nerviosismo y agresividad son las normas de conducta que dominan en el seno de los cinco partidos que integran la coalición de gobierno italiana que preside el socialista Bettino Craxi, frente al temor de que se haga añicos antes de la cita fijada para el próximo viernes. Los socialistas han lanzado un duro ataque contra el secretario democristiano, Ciriaco de Mita, en un comentario editorial de Avanti, órgano oficial del partido, en el que se le acusa de haber sentado las premisas para la crisis. Más duro y explícito ha sido el vicesecretario socialista Claudio Martelli, quien ha d...

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Nerviosismo y agresividad son las normas de conducta que dominan en el seno de los cinco partidos que integran la coalición de gobierno italiana que preside el socialista Bettino Craxi, frente al temor de que se haga añicos antes de la cita fijada para el próximo viernes. Los socialistas han lanzado un duro ataque contra el secretario democristiano, Ciriaco de Mita, en un comentario editorial de Avanti, órgano oficial del partido, en el que se le acusa de haber sentado las premisas para la crisis. Más duro y explícito ha sido el vicesecretario socialista Claudio Martelli, quien ha denunciado, refiriéndose a la Democracia Cristiana, "la inmoralidad de una política hecha sólo de reivindicaciones de poder y partidistas".Por su parte, el secretario general socialdemócrata, Franco Nicolazzi, ha acusado duramente al ministro democristiano del Tesoro, Glovanni Goria, de estar haciendo una política "populista y electoralista", mientras el vicesecretario republicano, Giorgio la Malfa, se ha lanzado contra Craxi afirmando que es como un jugador de póquer que ha perdido la última mano después de ganar muchas veces y que "ahora camina sobre un hilo que atraviesa las cataratas del Niágara".

A su vez, los comunistas, desde la oposición, atacan tanto a Craxi por el "triste espectáculo dado estos días desde la Presidencia del Gobierno" como a De Mita, quien "por un lado juega al reformismo y por el otro vota en el Parlamento Europeo con Giorgio Almirante y Jean Marie le Pen".

Los comunistas temen que los cinco partidos coligados pretendan, sin reconocerlo, convocar unas elecciones que les libren por el momento de los graves probleinas que les aguardan, como los refereridos sobre la justicia y la energía nuclear, la reforma del sistema de jubilación, los problemas de la RAI-TV y la huelga de los médicos. Las elecciones son un juego que, por unos meses, limpia todo y devuelve la calma. Y después se empieza de nuevo, con los mismos partidos, cada uno de ellos con la secreta esperanza de poder contar con unas décimas más de votos que les permitan pedir un ministerio más u otro subsecretario.

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