Tribuna:

El sector eléctrico pierde el tren bursátil

Las bolsas han conseguido nuevos máximos anuales en sus índices generales, a pesar de que los valores eléctricos han recibido un nuevo recorte que pone nuevamente sobre la mesa toda la problemática que rodea al sector. Empresas, patrona¡ y Administración tienen a los inversores sumidos en un estado de confusión en el que cualquier rumor tiene muchas posibilidades de fructificar.Al margen de este sector, que vuelve a poner de actualidad la idea de que existen dos mercados, el comportamiento de los demás valores ha sido muy positivo y ha situado a los mercados en la situación teórica de subida l...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Las bolsas han conseguido nuevos máximos anuales en sus índices generales, a pesar de que los valores eléctricos han recibido un nuevo recorte que pone nuevamente sobre la mesa toda la problemática que rodea al sector. Empresas, patrona¡ y Administración tienen a los inversores sumidos en un estado de confusión en el que cualquier rumor tiene muchas posibilidades de fructificar.Al margen de este sector, que vuelve a poner de actualidad la idea de que existen dos mercados, el comportamiento de los demás valores ha sido muy positivo y ha situado a los mercados en la situación teórica de subida libre.

La liquidez y la falta de papel han sido, una vez más, la nota más destacada, hasta el punto de que la salida al mercado de un nuevo valor, ERPO, ha supuesto todo un acontecimiento. La demanda ha superado con creces la cifra del capital social de la compañía, y los inversionistas han tenido que conformarse con una cantidad de títulos que ronda el 1,64% de las peticiones. A pesar del nivel de la demanda se ha respetado el precio de salida al 775%.

La sesión ha quedado claramente dividida en dos, al acumularse el papel en los valores eléctricos y la demanda en el resto. Caídas al límite sin demasiado fundamento han llevado a los valores eléctricos a posiciones cercanas a sus mínimos anuales, al tiempo que los grupos industriales, de servicios y financieros sufren las consecuencias de unos mercados carentes de alternativas a la renta variable.

Construcción ha vuelto a dispararse en busca del 500%, grac¡as a los avances de casi todos sus valores que, en ocasiones, han superado los 40 enteros. La presencia de inversión extranjera en este grupo ha animado aún más a los inversores y confirma a este sector como motor del mercado, aunque su ponderación no incida demasiado en el índice general.

Tambien los valores bancarios empiezan a acumular órdenes de compra y a registrar avances importantes otra vez. Los siete grandes sumaron un saldo comprador de 127.708 títulos que les permitió ganar entre cinco y 55 enteros, mientras que sufrieron una sola baja, la de Banesto, de 40 enteros. El número de títulos negociado se mantiene por encima de los 600.000, y las expectativas son optimistas, a juzgar por las posiciones al cierre. El dinero seguía insistiendo, incluso a primera hora de la tarde, en torno a estos valores.

El cierre, apoyado en los nuevos máximos -Bilbao ha roto ya el 300%- era netamente comprador, con lo que se confirma el incremento de la confianza de los inversores en la evolución a corto y medio plazo, ya que es el segundo cierre semanal consecutivo bajo la presión del dinero.

Los volúmenes negociados siguen en los niveles más altos, hasta el punto de que ya se ha negociado en la Bolsa de Madrid el 33% del total del ejercicio pasado, esto llega a suponer que la contratación ha alcanzado casi los 600.000 millones de pesetas efectivas.

Archivado En