El feminismo paquistaní se defiende

La reacción más fuerte contra el proyecto de ley Shariah y la enmienda constitucional que faculta a los tribunales religiosos para examinar la validez de las leyes proviene de un, amplio abanico de grupos femeninos, que incluye a la elite cultivada: periodistas, sindicalistas, abogadas, feministas y estudiantes.Casi todas las mujeres de medio urbano consideran que el proyecto de ley es un asalto directo a los derechos por los que han luchado desde la colonización británica. El Gobierno también está sensibilizado ante las críticas femeninas por el nivel generalmente bajo de las mujeres en el is...

La reacción más fuerte contra el proyecto de ley Shariah y la enmienda constitucional que faculta a los tribunales religiosos para examinar la validez de las leyes proviene de un, amplio abanico de grupos femeninos, que incluye a la elite cultivada: periodistas, sindicalistas, abogadas, feministas y estudiantes.Casi todas las mujeres de medio urbano consideran que el proyecto de ley es un asalto directo a los derechos por los que han luchado desde la colonización británica. El Gobierno también está sensibilizado ante las críticas femeninas por el nivel generalmente bajo de las mujeres en el islam.

Si el proyecto de ley se aprueba en su forma actual, las mujeres verán comprometidas las leyes existentes en materia de familia y matrimonio. Éstas daban determinados derechos a las mujeres en lo que respecta al divorcio y a la herencia, y limitaban la edad de matrimonio de las mujeres a más de 16 años.

La Constitución de 1973 establecía que esas leyes no podían recusarse. Pero las activistas están convencidas de que, con la enmienda constitucional propuesta, el futuro Shariah, o tribunal religioso, aboliría inmediatamente esas leyes. El clero muslim conservador ya ha declarado que esas leyes son contrarias al islam. Sin embargo, las mujeres están divididas en lo que se refiere a cómo conservar sus derechos en medio del actual frenesí.

8 de febrero