Cartas al director

Accidentes de zapato

Pásee usted por nuestra hermosa ciudad en zonas residenciales de clase media-alta y mírese usted al final del paseo la suela de sus zapatos. Seguramente tendrá que limpiarla a causa -pero sin culpa- del mejor amigo del hombre. Mire usted por la ventana de ocho a diez de la mañana, sobre todo si su piso da a alguna zona ajardinada o simplemente de albero. Seguramente observará todo tipo de canes, cada uno con su señor o señorita detrás retozando y preparando su próximo accidente de zapato.Vuelva a la calle, entre en una cafetería de moda. Seguro que hay algún señor o señorita con su perro a cue...

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Pásee usted por nuestra hermosa ciudad en zonas residenciales de clase media-alta y mírese usted al final del paseo la suela de sus zapatos. Seguramente tendrá que limpiarla a causa -pero sin culpa- del mejor amigo del hombre. Mire usted por la ventana de ocho a diez de la mañana, sobre todo si su piso da a alguna zona ajardinada o simplemente de albero. Seguramente observará todo tipo de canes, cada uno con su señor o señorita detrás retozando y preparando su próximo accidente de zapato.Vuelva a la calle, entre en una cafetería de moda. Seguro que hay algún señor o señorita con su perro a cuestas mirándole con ojos feroces si se le ocurre acercarse a él. Tenga cuidado, son gente mimada y lo quieren todo para ellos. Además, se visten de abrigo en Pierre Cardin. Seguro.

Salvando a muchos, no dejan de ser incongruencias de la sociedad de hoy. Un desaforado amor a los animales, amor descafeinado que ni compromete, ni complica, ni enaltece, y, por otro lado, muchos escrúpulos para la paternidad y un sí rotundo al aborto. ¿Cómo se entiende esto? ¿Es que acaso hemos cambiado nuestros amores?- . .

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