Fallido intento de hallar en San Isidro una biblioteca emparedada

El intento realizado el martes de hallar un cubículo cerrado con un tesoro en libros y manuscritos de jesuitas de los siglos XVI, XVII y XVIII, supuestamente localizado en una pared limítrofe entre la catedral de San Isidro y el instituto de bachillerato del mismo nombre, resultó fallido.Tras practicarse una abertura en dicha pared por la parte del instituto de San Isidro, y perforar uno de los muros de las salas capitulares de la catedral, el investigador histórico Antonio Luis de Ansorena, promotor del intento, sólo halló una cámara de aire de 50 centímetros.

La autorización del Minis...

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El intento realizado el martes de hallar un cubículo cerrado con un tesoro en libros y manuscritos de jesuitas de los siglos XVI, XVII y XVIII, supuestamente localizado en una pared limítrofe entre la catedral de San Isidro y el instituto de bachillerato del mismo nombre, resultó fallido.Tras practicarse una abertura en dicha pared por la parte del instituto de San Isidro, y perforar uno de los muros de las salas capitulares de la catedral, el investigador histórico Antonio Luis de Ansorena, promotor del intento, sólo halló una cámara de aire de 50 centímetros.

La autorización del Ministerio de Educación y Ciencia para efectuar la perforación fue conseguida por De Ansorena tras varios meses de estudios y gestiones. Según opinaba Ansorena, los libros tal vez fueron trasladados en 1834 desde la biblioteca del colegio de los Reales Estadios de San Isidro a este cuarto cerrado, ante una inminente expulsión de los jesuitas de España y el probable expolio de su bibliografía.

"Durante una investigación declaró el investigador, "encontré referencias bibliográficas a una inexistente biblioteca de San Isidro. Posteriormente hallé planos del antiguo colegio de los Reales Estudios, hoy convertido en el instituto y la catedral de San Isidro, y en ellos figuraba una estancia cegada en sus cuatro muros que me hizo sospechar que allí se encontraban los libros que buscaba".

Con estas pruebas y la referencia de un ex director del instituto de San Isidro a unas obras de reforma acometidas en 1972 y en las que, practicado un agujero en la, pared perforada hoy, se vio un cuarto lleno de libros viejos", De Ansorena comenzó los trámites para proceder a la apertura.

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