EL CAMBIO EN CHINA

Cansados de promesas

Los estudiantes chinos se han cansado de oír promesas de reforma política en los medios de difusión y en los discursos oficiales, sin que éstas hayan llegado a materializarse. Las cosas siguen igual y la frustración estudiantil aumenta, agravada por el hecho de que los medios de comunicación oficiales han ignorado por completo sus peticiones en la inmensa mayoría de los casos.El pasado verano se inició un importante debate político en el país, en el que se empezó a hablar de reforma política y de que los cambios económicos no iban a prosperar si no se transformaban paralelamente las estructura...

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Los estudiantes chinos se han cansado de oír promesas de reforma política en los medios de difusión y en los discursos oficiales, sin que éstas hayan llegado a materializarse. Las cosas siguen igual y la frustración estudiantil aumenta, agravada por el hecho de que los medios de comunicación oficiales han ignorado por completo sus peticiones en la inmensa mayoría de los casos.El pasado verano se inició un importante debate político en el país, en el que se empezó a hablar de reforma política y de que los cambios económicos no iban a prosperar si no se transformaban paralelamente las estructuras políticas.

El debate fue reducido en su extensión y duración, pero ímportante en contenido, aunque fue archivado con rapidez, aparentemente por la oposición de los ortodoxos del partido comunista, que temen la pérdida de influencia de éste.

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Hace tan sólo dos meses, el primer ministro, Zhao Ziyang, repitió cuatro veces, en México, durante una entrevista con el ex presidente de ese país Luis Echeverría, que la reforma política es algo muy difícil y que hay que realizarla con gran cautela y analizando punto por punto las implicaciones.

En una sociedad cambiante como la china, donde viejos valores se desvanecen y la reforma económica crea nuevos sistemas de vida y de funcionamiento económico de la sociedad, el debate y la impaciencia parecen susceptibles de continuar, según los observadores.

Al margen de la especulación sobre quién puede estar manipulando a los estudiantes, si los reformistas para justificarse o los, conservadores para denunciar la reforma, parece claro que ha habido algún tipo de coordinación entre las diferentes manifestaciones.

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Las manifestaciones de Shanghai y otras ciudades han demostrado también que las autoridades siguen teniendo mucho miedo al gran cartel o dazibao, ampliamente usado durante la revolución cultural y el Movimiento pro democracia de Pekín, en 1978.

El dazibao, que revolucionó la táctica de agitación estudiantil, fue reconocido como un derecho en la Constitución de 1975, pero eliminado después en la de 1980.

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